Un artículo en el periódico Haaretz titulado “Hambrientas de paz, un grupo de mujeres inicia un ayuno”, relata el principio de
la odisea de ese grupo.
Es un movimiento femenino llamado Compromiso con la paz, fundado en 2014 después de la guerra contra Hamas en Gaza. Se estableció como una organización sin lucro en abril de este año, instituido principalmente a través de la media social, cuenta con 1,200 identificados en Facebook.
La juez jubilada, Saviona Rotlevi, internacionalmente reconocida como experta en los Derechos de las mujeres y los niños es una de las fundadoras del grupo, afirma que no es un grupo partidario, incluye mujeres árabes y mujeres judías, religiosas y no religiosas que se sostiene con donativos pequeños, generosos: “No tenemos la intención de formar un partido o tirar al gobierno, nuestro objetivo es convencer a la gente de que no hay alternativa a un tratado de paz”.
El último viernes se reunieron 60 mujeres del grupo para recibir el Shabat con devoción social al pie de la residencia del Primer Ministro en Jerusalem como parte de un programa de ayuno de 50 días para marcar el aniversario de la guerra del verano pasado en Gaza. La vigilia y el ayuno empezaron el miércoles pasado. De acuerdo con el plan varias mujeres empezaran a ayunar cada día entre 24 y 50 horas. Más de 24 mujeres ya lo hicieron, sentadas en una tienda de campaña abierta y conversando con quienes pasen por allí respecto a su demanda de paz, la vigilia continuara hasta agosto 26. Las regulaciones municipales no permiten su presencia después de las 23:00 horas o durante el Shabat.
Como parte de la campana, mandaron una carta a Netanyahu: “En los próximos días seremos vecinos, nos vera cada día y todas las veces que salga o regrese a su casa. Estaremos sentadas en la esquina día y noche… Le pedimos que regrese a las negociaciones y llegue a una solución para prevenir la próxima guerra.”
Mandaron cartas semejantes a los miembros de la Knéset. También trataron de entregar una carta a Sara, la esposa de Netanyahu, junto con un ramo de flores para Shabat, pero fueron rechazadas por los guardias en el zaguán. Rotlevi Explica la elección del ayuno, diciendo:”El ayuno es significativo en todas las culturas y es especialmente importante para árabes y judíos, ayunar es un testimonio profundamente emotivo de control personal, determinación e introspección. Es muestra de fuerza y recordatorio de lo que es verdaderamente necesario.”
La mayoría de las mujeres vestía camiseta blanca, símbolo de la organización, con el logo del grupo impreso con letras en negro y turquesa en hebreo, árabe e inglés. Las mujeres que ayunaban llevaban una señal en turquesa alrededor del cuello.
Said Yael Admi, de 57 años, es una ingeniera de Even Yehuda y dijo:” Yo ayuno porque es una manera significativa de mostrar control y fuerza y así es como debería comportarse el Estado de Israel… mi hermano murió en el ejército hace 40 anos. Yo les prometí a mis padres tener muchos hijos y hacer todo lo posible porque los niños no murieran en guerras innecesarias.
La conmovedora y breve ceremonia del viernes incluyó la bendición de las velas, el pan y el vino más cantos y una pequeña presentación de la rabino no ortodoxa, Tzipi Levin-Biran, de la porción de la semana que describe un acto de ortodoxia extrema y la petición dignificante de las hijas de Zelophehad del derecho a heredar siendo mujeres. “Esta porción nos incita a situarnos entre la devoción extremosa y los caminos de paz, dijo la rabino, ¿acaso la violencia es realmente el único camino?, ¿siempre debemos desenvainar la espada? La porción nos ensena que tenemos la suficiente fuerza interna para controlarnos y comprometernos en un dialogo sin miedo a perdernos.”
Cuando termino la ceremonia, Ruthie Bar Sinai, de 64 años, dedicada a la educación en Jerusalem, tomo un trago de agua y mordisqueo un pedazo de jala para terminar su ayuno de 40 horas. “No me engaño pensando que tendremos paz mañana”, declaró, “pero debemos de tratar aunque no podamos ver una solución ahora mismo. Hablando, empujando y controlándonos, encontraremos la solución”.
Rotley agrego:”Queremos incluir la fuerza especial de las mujeres que con su discurso diferente al de los hombres y hablan en términos menos militantes. Las mujeres saben trabajar en círculos, sin jerarquías y, a veces, saben encontrar soluciones que los hombres no pueden ver”. Cuenta que no le fue fácil pasar de sus actividades como juez a las actividades comunitarias, pero se dio cuenta de que no podía quedarse sentada en su casa por el bien de sus hijos y nietos: “Debo hacer todo lo posible para prevenir la próxima guerra. No aceptaré que como mujeres el único papel sea dar a luz y después no poder decir palabra a propósito de la vida de nuestros hijos”.
Las organizadoras fueron muy cuidadosas en terminar sus actividades a la 18:00 horas, de acuerdo con las regulaciones establecidas. También informaron a los participantes y a quienes las escuchaban que volverían el domingo por la mañana y exhibirían la película de Liberia: “Regresemos al diablo al infierno con nuestras plegarias”.
Admi concluyó: “En todo el mundo las mujeres han encontrado soluciones a problemas que los hombres no podían resolver, nosotras, las mujeres árabes y judías también podemos hacerlo. Sé que ahorita no parece que haya una solución – pero siempre hay una solución, si estamos dispuestos a buscarla”.
Fuente: www.unidosxisrael.org