Momento, marcha: (…) momento que te mueve el piso, te derrite el alma, le da

sentido a tu marcha y te cambia la vida.

Era viernes 21 de abril en Polonia, nos encontrábamos en el templo de Nozyk.

Al llegar prendí las velas de Shabat y le pedí a D-os por un Shabat precioso, por un viaje inolvidable y por la fuerza y consuelo para mi hermano, quien perdió a su esposa de cáncer.

Comencé a rezar, y de pronto el tiempo y el espacio se detuvieron, solo escuchaba los cantos de Kabalat Shabat y me llené de una alegría inexplicable; sin embargo, lágrimas de tristeza comenzaron a caer por mis mejillas.

No entendía cómo estaba presenciando una Tefilá tan hermosa, en un lugar donde ocurrieron tantas atrocidades.

No entendía cómo pude conectarme con el cielo estando en el infierno.

Ese momento me llenó el alma, y me enseñó a valorar cada instante, cada oportunidad, cada momento, cada respiro.

¿Cuántas veces ni siquiera hablamos con D-os porque damos todo por garantizado?

¿Acaso alguna vez valoraste poder ir al templo cada Shabat o ser judía en un país donde nos aceptan?

¿Hace cuánto tiempo no agradeces a D-os?

¿Hace cuánto tiempo no hablas con Él para contarle tus problemas?

A veces necesitamos irnos lejos para encontrarnos, y para encontrar respuestas a preguntas que antes ni siquiera nos hacíamos.

La vida está llena de momentos vida, solo tenemos que estar alertas para poder apreciarlos, y permitir que nos toquen el alma y nos cambien la vida.

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