Padres e hijos en el Music Week en SoundCity, una perspectiva diferente

En el evento Music Week en SoundCity, de nuestra Académica de Música, por qué no, decidimos hacer algo diferente: que los padres tomen clases con sus hijos; una experiencia distinta, pero enriquecedora.

En lo particular, hay muchas razones por las cuales esta dinámica me gustó mucho, pero una principal fue ver cómo los padres de los alumnos se adentraron en el instrumento, y a veces batallaron con él, por las siguientes razones que me gustaría enumerar:
1. Primero que nada, el estudio de un instrumento requiere de mucha concentración. Con esto en cuenta, preguntémonos, ¿qué tan capaces somos realmente de aprovechar una clase?.
2. La disciplina es un arte, por lo tanto, fomenta un hábito que no sólo es a la fuerza. Si se hace con gusto se disfruta más.
3. Capacidades creadoras. La música es subjetiva, cada cual la interpreta de diferente manera, pero a la vez hay que conocer su lenguaje para saber comunicar lo que sentimos.
4. Capacidad de asombro. Cuando algo nos toca en lo profundo del ser somos capaces de sentir emociones diferentes, a veces inexplicables, que nos llevan a sentir cosas fuera de lo común.

Podría seguir con más al respecto, pero destaco la experiencia que se llevaron los padres al ver las maravillas logradas por sus hijos. De ahí que mamás y papás comentaran, por ejemplo: “nunca hubiera pensado que la batería no fuera puro ruido, si no tomo la clase con mi hijo”, o, “de verdad no creí que hubiera un progreso; yo a la primera no logré mucho”.

Los profesores que hay aquí, en el Dépor, aman a los niños y son apasionados de la música, así que, padres, pueden tener la confianza de que los suyos se quedan en buenas manos.

Y sus hijos, o ustedes mismos, tengan la certeza de que la música unirá nuestros caminos.

//Max Moses