En lo que comienzan los preparativos para la edición 25 del Festival de Teatro Habima, los grupos están
montando las obras que se mostrarán en competencia en las diversas categorías que ofrece el festival. Para asegurarse que las obras que se muestren en el marco de este festival sean de la calidad que el espectador merece, el Comité del Festival organizó una serie de talleres con profesionales de OCESA (Operadora de Centros de Espectáculos, S.A.) y otras compañías teatrales que se llevaron a cabo los días 7 y 21 de febrero en el Centro Deportivo Israelita para directores y otras personas que estarán a cargo de la producción de lo que veremos a lo largo del festival. El enfoque de estos talleres fue enseñarles a los directores la mejor manera de utilizar las herramientas que tienen a su alcance para transportar a la audiencia al mundo que quieran recrear en ese escenario.
El día 7 de febrero se presentaron dos talleres. El primero, impartido por la gerente de producciones de OCESA, Pamela Vidal, en el Auditorio Marcos y Adina Katz, y se enfocó en el tema de iluminación. El propósito de este taller fue que los directores estén conscientes de las diferentes luces que tienen disponibles en el auditorio, y lo que cada una puede aportar a la atmósfera de su escena, así como la idea de usar la luz para guiar al público hacia lo que debería estar viendo (enfocándolo en un personaje o en un objeto importante). Este taller empezó con una plática en la que posteriormente, los directores fueron invitados al escenario a ver cómo funcionan las luces que tienen disponibles en el auditorio y una prueba de cómo las pueden usar.
Posteriormente, ese mismo día en el Salón Ejecutivo Moisés Gitlin, se llevó a cabo el taller de utilería, impartido por David Ahedo (quien fue productor ejecutivo en Los Locos Adams y anteriormente trabajó en El curioso incidente del perro en la medianoche). Este taller comenzó con una presentación acerca de la importancia de la utilería y cómo las producciones profesionales tienen una lista de toda la utilería que se debe usar a lo largo de cada función. Después a los participantes se les aplicó un ejercicio. Se dividieron en tres equipos y a cada equipo se le asignó un personaje que debían crear a través de la utilería que tuvieran disponible, sea de época o algo más actual, sea una mujer mayor o un niño. Este ejercicio resultó una lección muy acertada en la idea de aprovechar los recursos que uno tiene a su alcance para crear el mundo de su historia.
El taller del 21 de febrero se enfocó en el tema del audio y escenografía y fue impartido por Pepe Valdés, el director técnico en el Teatro Milán. Su taller se enfocó en cómo crear el mundo de la obra a través de lo que se ve y se escucha. Este taller fue una plática que incluía ejemplos de audio que ayudaron a crear la experiencia de una historia, no solamente a través de los sonidos que se usan, sino dónde se usan (ejemplo: el timbre de una puerta, que uno debe asegurarse que suene como si fuera de la puerta).
Con ayuda de estos talleres y las asesorías que los grupos participantes del Habima fueron recibiendo antes de la inauguración de esta edición, buscamos otorgarle a nuestro público un festival de alta calidad.