Para la escena de las startups israelíes, el año 2014 fue en muchos
sentidos, el año de los huevos de oro, con triunfos y salidas a bolsa por un total de 15 mil millones de dólares, un nuevo récord para la Startup Nation (la nación de las startups). Y parece ser que el año 2015 se perfila positivamente, con las startups israelíes aumentando su capital de riesgo a 994 millones de dólares en el primer semestre del año.
Los expertos esperan que se acentúe la actividad de inversión durante el resto del año, logrando que el año 2015 supere potencialmente el auge de 2014.
Con el dinero invertido en startups por capitales de riesgo, fondo de inversiones, grandes empresas de tecnología e inversores privados, la pregunta que muchos israelíes se hacen es: Únicamente el 8 por ciento de la fuerza laboral está en high tech
En tanto que Israel disfruta con el aura de ser la Nación Startup, con más startups per cápita que cualquier otro país del mundo, únicamente el 8.2 por ciento de su fuerza laboral está actualmente empleada por compañías de tecnología, incluyendo gigantes como Microsoft, Aple, Facebook y Google, empresas que tienen sus oficinas y centros de I + D (Investigación y Desarrollo) en Tierra Santa.
De acuerdo con la Oficina Central de Estadísticas de Israel (CBS), 283,000 personas trabajan actualmente en el sector de alta tecnología, con una fuerza laboral nacional de aproximadamente 3,45 millones de personas. En promedio, los trabajadores de alta tecnología – que suelen ser altamente cualificados e instruidos en el campo de las ciencias de la computación – ganan casi el doble que el resto de la fuerza laboral del país. Mientras el trabajador israelí promedio gana 2,400 dólares al mes, de acuerdo con la CBS, los empleados de alta tecnología superan los 4,700 dólares al mes en promedio.
Las mujeres y las minorías están infrarrepresentadas
Entonces, ¿quién compone el exclusivo ocho por ciento? Los números oficiales revelan que son en su mayoría hombres jóvenes. Las mujeres representan solo el 35 por ciento de la fuerza laboral de Israel en alta tecnología, el 65 restante es representado por el sexo masculino, dice el CBS.
Esto no quiere decir que todos los hombres gobiernan la escena de alta tecnología, sino los hombres jóvenes. Los hombres mayores y las mujeres tienen muchas dificultades para mantenerse en auge dentro de esta industria. No es ningún secreto que las startups buscan ingenieros jóvenes y desarrolladores que estén dispuestos a trabajar por largas horas de trabajo y bajo una presión extrema.
Mientras que la discriminación por edad es ilegal, igual que la discriminación contra las mujeres, muchos empleados en sus 50 años (hombres y mujeres) han dicho a los medios de comunicación israelíes, que es difícil mantener una carrera en alta tecnología.
La escasez de mano de obra empuja a pensar de otra manera
Las minorías también están muy poco representadas en este sector: mientras que son el 21 por ciento del total de la población, los no judíos comprenden solo el 2 por ciento de la fuerza de trabajo técnico, de acuerdo con Tsofen, una organización que promueve la integración de los ciudadanos árabes de Israel a esta industria.
Ziv Mandel, director general de la División de Formación de John Bryce Hi-Tech en Matrix, una empresa líder en tecnología, explica que la industria de alta tecnología ha reclutado tradicionalmente personal veterano de las Fuerzas de Defensa israelíes, que sirvieron en unidades tecnológicas como la famosa unidad de Inteligencia 8200. Dado que el Estado de Israel no suele reclutar ciudadanos árabes en el ejército, la escena de alta tecnología “se ha convertido en un club exclusivo para los israelíes que sirvieron en el ejército”.
Pero la apertura hacia las minorías parece estar creciendo lentamente en algunas partes de la industria. De hecho, en los últimos años, los reclutadores han comenzado a mirar a las minorías (algunos más que otros), incluyendo a los judíos ultra-ortodoxos (quienes no suelen servir en el ejército) a causa de la escasez de talentos en este sector industrial. Además, “las minorías se han vuelto más conscientes de los beneficios de trabajar en la industria de alta tecnología, y muchos han decidido inscribirse en facultades para estudiar ciencias de la computación y afines”, dice Mandel. “Están entrando gradualmente en la fuerza de trabajo de alta tecnología y se espera que la tendencia continúe.”