
Los beneficios que un campamento ofrece a los más chicos de la casa son de sobra conocidos,
sin embargo, existen ciertas ventajas que, aunque no sean tan evidentes, son de igual o mayor importancia en su desarrollo.
¿Cuáles son entonces los beneficios de ir a un campamento?
- Nuevas formas de hacer amistades Los campamentos giran alrededor de sus programas de actividades, como pueden ser deportivas y/o talleres educativos. Los niños no están solos en dichas actividades. Están todo el tiempo compartiendo con otros compañeros y esta experiencia es tremendamente enriquecedora y satisfactoria para los niños, ya que encuentran personas afines a sus gustos e intereses, situación que no siempre es un hecho en sus entornos habituales.
- Nuevas habilidades y destrezas Gracias a los campamentos, los niños salen de su zona de confort y asumen ciertos riesgos y adquieren habilidades y destrezas nuevas que hasta ahora no habían tenido la oportunidad de desarrollar y que incorporarán desde ese momento y para siempre y podrán seguir desarrollando y trabajando en el futuro.
- Nuevas aficiones e intereses Un campamento ofrece la ocasión perfecta de probar nuevos deportes y actividades sin hacer la inversión que podría implicar inscribir a los niños a dicha actividad de otra manera. Además, permite a los niños sumergirse de lleno y comprobar con total seguridad si están interesados en continuar con la actividad en cuestión una vez finalizado el campamento. Y no solo eso, sino que también podrán aprovechar cada campamento para probar una actividad distinta.
- Nuevos valores Gracias a los campamentos de verano, los niños desarrollan la independencia y autonomía por estar durante un periodo de tiempo (limitado) fuera de casa, aprenden a ser más seguros de sí mismos, más creativos y resolutivos, trabajan la resiliencia, desarrollando la capacidad de adaptarse a las nuevas circunstancias que se les vayan presentando en su día a día y adquieren la capacidad de ser más agradecidos y apreciar más las comodidades de que disfrutan en su vida y rutina habituales.
- Nuevos recuerdos y experiencias Todos los recuerdos y anécdotas fabricadas durante su estancia en el campamento permanecerán en su memoria para siempre y los guardarán con mucho cariño. Al finalizar el campamento de verano, cuando los niños regresan a casa cargados de historias y aventuras divertidísimas para contar, verás cómo merece completamente la pena apuntarles a un programa de este tipo cada verano y seguir aumentando así el número de recuerdos de su infancia que atesoren.
- Nuevas rutinas En un campamento los niños aprenden a adaptarse a situaciones y entornos diferentes y no a seguir las rutinas por mera costumbre, de esta manera desarrollan la habilidad de adaptación y la resiliencia, y de entender nuevos entornos y adaptarse a ellos.
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