En una ceremonia organizada por la embajada
alemana en París este lunes, el gobierno alemán galardonó al abogado judío, Serge Klarsfeld, y su esposa Beate, quienes persiguieron incasablemente a los criminales de guerra nazis, llevándolos ante la justicia por docenas de años.
Beate, hija de un soldado, conoció a Serge en una estación de trenes en 1963. Cuando él le contó que se encontraba buscando a los responsables por el asesinato de su padre y millones de judíos más en el campo de exterminio Auschwitz ambos juraron atrapar a los criminales nazis y llevarlos ante la justicia.
“Estamos siempre trabajando y siempre juntos”, comentó Serge Klarsfeld al periódico británico The Guardian en mayo. Los Klarsfeld rastrearon numerosos criminales nazis, entre ellos Klaus Barbie, conocido también como el “Carnicero de Lyon”, por sus atrocidades contra los judíos franceses en la ciudad donde era jefe de la Gestapo. Barbie fue extraditado de Bolivia y condenado a cadena perpetua en 1983.
Otro acto de justicia y coraje ocurrió cuando Beate golpeó al entonces canciller alemán Kurt Kiesinger en medio de una discusión política, justo después de que ella lo denunciara por ser un exmiembro del partido nazi. Ambos han sido encarcelados por intentar secuestrar a Kurt Lishka, un jefe de la Gestapo en París y teniente coronel de las SS -responsable de la deportación de 75,000 judíos de Francia- para llevarlo ante la Corte. Lamentablemente la policía los arrestó mientras intentaban meter al exjefe de la Gestapo en el baúl de un vehículo.
Sin embargo, gracias a sus esfuerzos Lishka fue arrestado en Cologna y sentenciado a diez años de prisión en 1980, según informó el diario Arutz Sheva.
Fuente: www.itongadol.com.ar