
La palabra performance viene del verbo en inglés ‘to perform’ que significa realizar, completar, ejecutar o efectuar.
En diversas ocasiones se utiliza en un contexto de una exhibición en público, o cuando un personaje emplea un papel en el ámbito artístico. Se determina como un espectáculo representado en directo ante un público en general, en el que se combinan diferentes formas de expresión, como la Danza, el Teatro, la Música, el Cine y las Artes Plásticas; se realiza con espontaneidad e improvisación pretendiendo provocar diferentes sentires.
En su manifestación urbana, este nace oficialmente en 1916 a la par que el movimiento Dadaísta bajo el nombre de Arte Conceptual. Este es liderado en un principio por Tristan Tzara, uno de los fundadores de la corriente Dadá.
Por su misma naturaleza, el performance urbano es netamente expresión ante la política, las formas de vida y la represión, en tanto se perpetra en el seno de la vida ciudadana, sin anuncios ni señales. Siendo solo una ocupación o actuación en un espacio público, estableciendo una tensión entre el artista y el público, conmoviendo las órdenes implícitas de la estructura social, apropiándose del espacio, transformándolo en el escenario de sus proposiciones particulares.
Sin embargo, las implicancias de estos actos exceden ampliamente ese aspecto evidente. Como teatro de fuerzas sociales, políticas, culturales y económicas constituye un campo de negociación de representaciones, roles e identidades en el que se ponen de manifiesto por momentos, en formas muy crudas las discrepancias de diversos sectores de la sociedad.
Grumann (2015), menciona que los estudios del performance incluyen diversas prácticas y acontecimientos como: danza, teatro, rituales, protestas políticas, funerales, etcétera, que implican comportamientos teatrales, predeterminados, o relativos a la categoría de un evento. Para constituirlas en objeto de análisis estas prácticas son generalmente definidas y separadas de otras que las rodean.
Muchas veces, esta diferenciación forma parte de la propia naturaleza del evento; una danza determinada o una protesta política tiene principio y un fin, no suceden de manera continuada o asociadas con otras formas de expresión cultural. En este nivel, entonces, decir que algo es una performance equivale a una afirmación ontológica.
Es arte performance en el momento que ocurre la pieza, la acción puede durar cinco segundos, meses, años y el espacio está sometido a un contexto social o a simple gusto del artista; además de ser desarrollado bajo una intención, cualquiera que esta sea, cada persona tiene una interpretación distinta, tomando en cuenta sus conocimientos y experiencias sobre el Arte.
Fuente: www.performancelogia.blogspot.mx




 
									 
					

