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El reencuentro del judaísmo en España

Centro Deportivo Israelita, A.C.

//Corinne Toledano

Nos pasaron el tip de que había una sinagoga en Úbeda, precioso pueblo de Jaén a algunos kilómetros de Madrid. 

El director de la sinagoga, muy apreciado por Andrea nos recibe de forma muy amistosa y amable y nos guía hacia la magia del cuento de La sinagoga del agua, nuestra curiosidad aumentaba cada vez más, ¿por qué del agua?

Pues esta sinagoga que fue un lugar sagrado antes de la Inquisición en el siglo XIV, estaba siendo allanada en 1492 por su vecino puerta con puerta, “el inquisidor” su inmueble conservaba el escudo de la institución inquisitorial que obligaba a la conversión o expulsión de los judíos hasta hace poco. 

En 2006, al ser una propiedad privada ubicada en el corazón de Úbeda se vende a un inversionista, quien al remodelar el edificio, de forma extraordinaria y sin esperarlo comienza a conseguir hallazgos extraños y únicos que le llaman la atención.

Poco a poco y de forma casi mágica entre paredes, estructuras de metal y ladrillos empieza a conseguir, columnas de la época, arcos impresionantes, vasijas enormes donde elaboraban el vino, pozos de agua viva y cristalina, que ya les contaré, y entre escombros una mezuzá, eso sí sin tener mucho conocimiento sobre simbología judía o lo que representaba, puesto que ninguno profesaba la religión judía, a pesar de eso, ¡el asombro no les permitía abandonar esta búsqueda! 

En el templo se puede apreciar la sala de mujeres en la parte superior, el espacio donde rezaban los hombres, el Aron Akodesh donde guardaban los libros sagrados y mucho más... pero sin duda alguna, el hallazgo más fortuito fue el de una preciosa Mikve de techos altos con el estilo de la época, de la que se suponía fuese una cantina convencional de una casa, así como estaban las demás casas. 

Tras vaciar escombros durante un buen tiempo, y tras bajar unos cuantos metros en profundidad aparece un pequeño túnel, y de inmediato este singular espacio abovedado construido con sillerías en piedra natural, acomodado de mayor a menor tamaño, tal como solía hacerse en la Edad Media, en el centro, una cavidad enmarcada con siete peldaños que bajan hacia un espacio rectangular dentro de tres lados de piedra viva de la que emana agua limpia y cristalina ¡era la Mikve!

Eran exactamente los preceptos requeridos para una Mikve, y para que sea apta para la purificación de las mujeres en la cultura judía, además el volumen de agua que se acumula en este espacio que brota de forma natural es exactamente lo requerido para el cumplimento de las leyes. 

Las casualidades iban más allá de puras coincidencias, se tornaban cada vez más en momentos mágicos, inesperados, emociones encontradas cuando un aro de luz, es decir, un rayo de sol de verano muy potente atraviesa la rejilla diminuta, única luz del lugar y pega en el agua de la Mikve causando un inmenso destello, espectáculo que no tiene palabra alguna, un destello que alborota todos los sentidos y el espíritu, y nos da fe que no estamos solos, que una fuerza sobrehumana está con nosotros.  

 Se ha puesto en valor la conservación y recuperación de uno de los lugares más emblemáticos para los judíos en su momento, se reconoce el trabajo y el esfuerzo de un grupo de gente que trabaja para recalcar lo que existía en ese tiempo, y realza la importancia de nuestra comunidad sefaradí la cual fue  borrada durante tanto tiempo. 
Si van a Úbeda no dejen de visitar esta sinagoga espectacular, y de oír su bella y extraordinaria historia que nos trae nostalgia y satisfacción al mismo tiempo. 

Próximamente invitan a un acto organizado en la misma sinagoga del agua para honrar la memoria de las víctimas del Holocausto, será el 27 de enero de 2018 a las 19:00 horas, hay que reservar antes. 

Gracias a los que hicieron posible recobrar un pedazo de nuestras raíces en Úbeda/Baeza, en España. 

Sí estuvimos allí, sí estuvieron nuestros antepasados, y sí nos reconocen el día de hoy, ¡y nos toman en cuenta!

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