Celia y su sueño de bailar

Título: Celia y su sueño de bailar
Categoría: Infantil
Seudónimo: Cielito grande

En una tarde lluviosa, una niña llamada Celia, de 12 años, vivía en Cleveland.
Celia tomaba clases de baile y era muy buena.

Esa tarde, ya era hora de ir a su clase, así que agarró sus cosas y se fue.
Cuando llegó, se metió a su salón y empezó a bailar.

La maestra les avisó que harían un show dentro de un mes.
Celia escuchó la noticia y saltó de la emoción: ¡nunca había participado en un espectáculo!

Cuando llegó a su casa, corrió a contarles a sus papás, quienes también se emocionaron mucho.

Al día siguiente, Celia se despertó pensando en cómo sería el show.
Después de la escuela, comió rápido y se fue otra vez a su clase de baile.

Mientras practicaba, sintió un tirón en su pie y se cayó.
Le contó a sus amigas y a la maestra lo que había pasado.
La maestra le preguntó si podía seguir bailando, pero Celia respondió que le dolía mucho y que prefería descansar.

Al terminar la clase, Celia tomó sus cosas y regresó a casa.
Le contó a su mamá lo sucedido, y su mamá le dijo que al día siguiente irían al doctor.

Cuando Celia despertó, tenía tanto dolor que no podía caminar.
El doctor la revisó y le dijo que no podría bailar durante un mes.
Celia se puso muy triste, pues el show sería en dos semanas.

De regreso a casa, ella y su mamá iban pensando cómo podrían resolver el problema.
Entonces Celia dijo:
—¡Puedo ir a las clases solo a mirar! Así aprendo los pasos, y cuando llegue el día del show podré bailar.
Su mamá le dijo que era una gran idea.

Así, cada tarde Celia iba a sus clases, observando atentamente y aprendiendo todos los movimientos.

Pasaron los días y… ¡llegó el gran día!
Celia estaba muy emocionada.
Le preguntaron al doctor si podía bailar, y él respondió que dependía de cómo se sintiera su pie.
Celia le dijo que se sentía de maravilla.

Esa noche, Celia bailó increíble.
Se divirtió muchísimo y no podía creer que lo había logrado.

Al día siguiente, fue a la escuela muy feliz.
Todavía no podía creer que había participado en un show, haciendo lo que más le gustaba: bailar.

Durante la mañana, la directora anunció que habría una nueva clase en la escuela.
Todos los niños se preguntaban cuál sería:
¿Arte? ¿Música? ¿Tecnología?

Celia pensó con ilusión:
—¿Será de baile?

¡Y sí! La nueva clase era ¡BAILES!

Celia estaba tan emocionada que no podía esperar a que llegara su primer día.
Cuando por fin comenzó la clase, se divirtió muchísimo junto a sus amigos y amigas.
Desde entonces, cada vez que sonaba la música, Celia sonreía… porque sabía que estaba cumpliendo su sueño de bailar.