El hámster perdido

Categoría: Infantil A, CUENTO
Seudónimo: Nyx

Había una vez, en la ciudad de París, un hámster que estaba en el veterinario porque se sentía muy mal y estaba enfermo. En esa misma ciudad vivía una señora a la que le encantaban los hámsters y cuando lo vio, quiso comprarlo. Así que lo compró y lo llevó a su casa.

Cuando llegó a su casa, notó que el hámster seguía lastimado, así que decidió llevarlo con una doctora de animales que sabía mucho sobre hámsters. La doctora lo revisó y le recetó que todas las noches debía ponerlo debajo de la estufa y voltearlo de cabeza para que se mejorara.

Esa misma noche, la señora que lo adoptó notó que el hámster hacía un sonidito raro. Durante el día también hacía esos soniditos, así que empezó a preocuparse.

Pasaron unos días y el hámster se perdió. Su dueña se preocupó muchísimo y salió a buscarlo. Lo buscó por todos lados, perguntó a toda la gente, pero no lo encontró. Estaba tan triste que decidió comprar otro hámster. Quería uno igual que el que había tenido: café y esponjadito.

Fue a muchas tiendas de mascotas para buscar uno que fuera igual. Después de muchas tiendas, por fin lo compró y se puso muy feliz, porque sentía que era igualito al otro.

A la mañana siguiente, el primer hámster perdido regresó con su dueña. Cuando vio que había otro hámster igual a él, café y esponjadito, se puso muy celoso y se quiso escapar otra vez. Su dueña se dio cuenta justo a tiempo para evitarlo, lo abrazó muy fuerte y le dijo que lo quería mucho y que se quedara con ellos.

El primer hámster estuvo de acuerdo y la dueña los acomodó juntos para que a partir de ese día se hicieran compañía y ya no quisieran escaparse.