El niño y la flauta

Título: El niño y la flauta
Categoría: Infantil B
Seudónimo: Mateito

Había una vez un rey muy malvado, que cada semana se cortaba el cabello. Se decía que quien le cortaba el cabello, nunca salía vivo del palacio. 

En un pueblo cercano, vivía un niño llamado Mateo, quien trabajaba de barbero para ganar dinero. Después del trabajo, le gustaba mucho tocar su flauta. Mateo vivía con su abuela. Un día, se le ocurrió ir a cortarle el cabello al rey para ganar dinero. Él no sabía que no había hombre que saliera vivo después de cortarle el cabello al rey. 

Mateo agarró sus herramientas y sin pensarlo dos veces, fue al palacio a cortarle el cabello al rey. Al terminar, el rey le dijo: – Ve y agarra tu pago de mil monedas de la caja. Mateo, se acercó a la caja que era muy grande y la abrió. Sin embargo, el rey lo empujó, lo que ocasionó que cayera dentro. En la caja había un gran hoyo que conducía a un calabozo, en el que vivía una gran serpiente.

Con el susto, lo único que se le ocurrió a Mateo, fue tocar su flauta y a la serpiente le gustó. La serpiente, como gesto de agradecimiento, lo llevó a una puerta. Mateo abrió la puerta y descubrió que conducía a un bosque.  

Mateo estaba caminando en el bosque, cuando de pronto, se le apareció un lobo. Mateo, asustado, comenzó a tocar la flauta y al lobo también le gustó. Gracias a la música que tocaba con su flauta, el lobo comenzó a encariñarse con Mateo. Mateo se subió en el lobo y este lo llevó a una casa. 

Mateo tocó la puerta y apareció una viejita. La viejita lo dejó entrar, y Mateo comió, tomó y durmió. De repente, la viejita lo atacó y lo agarró del cuello. ¡En realidad era una bruja! 

La bruja se le acercó y le dijo unas últimas palabras. Mateo exclamó: – ¡Lo acepto, pero solo déjame tocar por última vez la flauta! 

La bruja accedió, y cuando Mateo comenzó a tocar la flauta, resultó que a la bruja también le gustó. Por esa razón, la bruja lo dejó ir y le dio un regalo: un suéter mágico que al ponérselo, lo convertía en una persona de 30 años. 

Finalmente, Mateo regresó a su casa, un poco confundido por todo lo que había vivido. Su abuela, que había estado muy preocupada por él, se alegró mucho de verlo. Después de pensarlo, decidió esperar a que pasara una semana para vengarse del rey. Decidió ponerse el suéter para que el rey no lo reconociera, fue al palacio y le cortó nuevamente el cabello al rey. Cuando el rey le dijo: – ¡Ve a la caja por tus mil monedas! -, Mateo abrió la caja y le dijo: – ¡Gracias por las mil monedas! 

El rey, sorprendido, se acercó para revisar y vio que no había nada. En ese momento, el niño empujó al rey. De esta manera, Mateo logró vengarse del rey. Salió del palacio y así vivió feliz por siempre tocando su flauta.