El sueño de Marcos

Categoría: Infantil A
Seudónimo: CRZ 7

Había una vez un niño llamado Marcos, que era muy malo en el fútbol. En su escuela, los niños de su generación lo molestaban cuando jugaban fut.
Un día, en el recreo, Marcos bajó feliz a la cancha, pero sus compañeros no lo dejaron jugar porque decían que era muy malo.
Otro día, su amigo Samuel le preguntó:
—¿Por qué eres tan malo en el fut?
Y Marcos le contestó:
—¡No lo sé! Creo que hago muchas faltas y todo el tiempo me sacan tarjetas amarillas, incluso a veces rojas. Eso me hace sentir mal y afecta a los de mi equipo.

Por la tarde, regresó a casa muy pensativo y silencioso. Se fue directo a su habitación, se acostó y se quedó dormido por horas. Al despertar, su papá lo llamó preocupado.
No le dijo nada sobre su estado de ánimo, pero le preparó una gran sorpresa. Emocionado, le mencionó:
—¡Te tengo una gran sorpresa! ¡Vamos al estadio al partido de hoy!

Marcos, asombrado, no podía creerlo. Sonrió, se puso su playera favorita y se fueron juntos al estadio.
El partido comenzó y estuvo buenísimo. Cuando terminó, Marcos gritó muy fuerte:
—¡Bravo, CR7! ¡Quiero ser como tú!

Para su sorpresa, el jugador le respondió:
—¿Cómo te llamas?
—Soy Marcos Farhi —contestó el niño.
—Entonces… ¿tu papá es Daniel?
—Sí —dijo Marcos, sin imaginar lo que pasaría después.

CR7 brincó las bancas, lo abrazó fuertemente y le explicó que su papá era su primo, y que tenía muchos años sin verlo. Se abrazaron los tres y se fueron juntos a cenar. Durante la cena, Marcos se animó y le pidió clases, contándole lo que le pasaba en el colegio.

CR7 lo siguió sorprendiendo cuando le dijo:
—¡Claro que sí!

Al día siguiente, empezaron las clases. Todos los días, sin parar, con gran dedicación y atención, Marcos aprendió trucos, jugadas especiales y entrenó mucho, hasta convertirse en un gran futbolista. Así pasaron dos años.

Durante una clase, Marcos, intrigado, preguntó:
—CR7, ¿tú dónde y cómo aprendiste?
—Con un gran entrenador que siempre creyó en mí —respondió el jugador.
—¿Y cómo llegaste al equipo más importante del mundo? —quiso saber el niño.
—Le puse muchas ganas, no me di por vencido, mis papás me apoyaron y cuando hice la prueba, logré pasarla. Luego seguí preparándome.
—¿Pero no es fácil conseguir un lugar, verdad? —preguntó Marcos.
—No, pero si te esfuerzas puedes lograrlo. Existe un gran lugar para entrenar con los mejores, se llama CDI, te recomiendo entrar ahí —le contestó CR7.

Marcos buscó la manera de entrenar en el Depor, y sus papás lo apoyaron en todo. Lo acompañaban a sus partidos y poco a poco se convirtió en el mejor del equipo.

Los jugadores del equipo contrario no querían enfrentarlo porque sabían que era probable que perdieran. Marcos jugaba en equipo, se apoyaba en sus compañeros, pasaba el balón y metía goles. Ganaron la Copa.

Un día, un cazatalentos lo vio jugar y lo invitó a formar parte de un equipo profesional. Tenía todas las habilidades de un gran futbolista: velocidad, puntería, trabajo en equipo, disciplina y pasión por el juego.

Así, Marcos cumplió su sueño y demostró que con esfuerzo, perseverancia y apoyo familiar, todo es posible.