- CDI
- ÁREAS DE INTERÉS
- Academias
- Juventud
- Beyajad
- FIT 00
- Galería Pedro Gerson y Terraza Kikar
- Auditorio Marcos y Adina Katz
- Biblioteca Moisés y Basi Mischne
- Ludoteca
- Fiestas Infantiles
- Jardín Weizmann
- AL-HA ESH, El Entrerriano
- Salón para Bodas y Banquetes
- Anúnciate en el CDI
- Enfermería
- Banca Mifel
- Salón de Belleza y Peluquería
- Restaurante
- Zona de alimentos
- SEDES
- EVENTOS ESPECIALES
- INSCRIPCIONES
- BENEFICIOS
- PUBLICACIONES
- BIBLIOTECA
Lo más reciente
Suscribete para recibir Newsletter
Recibe las últimas noticias en tu correo
El sueño que me hizo despertar
El sueño que me hizo despertar.
Infantil B.
Tuachi
Mi esposa está dormida, ya es muy tarde y yo no puedo dormir. Desde que me acosté empecé a pensar en muchas cosas, sin lograr dormir.
La verdad es que ahora que soy papá me doy cuenta que he sido siempre muy feliz y todo eso es gracias a lo que les voy a contar.
Cuando yo nací completé mi familia, porque tengo dos hermanas y un hermano, y llegué para ser el mejor hermano. Por ser el chiquito siempre fui muy consentido y era yo quien escogía los paseos de los domingos. A veces quería ir a andar en bici y mis papás decidían llevarme a Reforma porque la calle estaba cerrada solo para bicis. Otras veces íbamos a patinar en hielo y era súper divertido ver a todos resbalarse, y aunque a veces nos dolía mucho, siempre nos levantábamos con una sonrisa para seguir intentándolo. También me gustaba ir al boliche y siempre ganaba porque por ser el chiquito usaba bompers. Pero lo que más me gustaba hacer el fin de semana era ir a Cuernavaca. De camino escuchábamos una clase de Torá, llegando salía a jugar con todos mis amigos, éramos imparables, jugábamos todos los deportes y la pasábamos increíble.
Las únicas reglas que mis papás me ponían en Cuernavaca era que tenía que estar bañado y listo para disfrutar de Sabbat y que tenía que entrar a acostarme a las 11:00. Íbamos todos juntos al knis y cantábamos el Leja Dodi, luego llegábamos a la casa a cenar las 26 botanas que mi mamá preparaba con tanto amor. Siempre nos consentía y nos compraba y preparaba a cada uno lo que más nos gustaba. Mi platillo favorito era la jala con aguacate y salmón, ¡como la disfrutaba!
Terminando de cenar seguía la diversión con los amigos y cuando llegaba a dormirme a las 11:00 en punto esperaba ansioso que mi mamá siguiera despierta para acompañarme a acostar. Esa era la hora que más me gustaba, tenía a mi mamá solita para mí. Platicábamos, le contaba cada jugada y como había ganado o perdido el partido de la noche y lo mejor era cuando empezaba a contestarme cosas que no tenían nada que ver con lo que yo le decía, ahí era cuando me daba cuenta que se había quedado dormida y decía en fuerte lo que estaba soñando, me daba muchísima risa.
Otra de las cosas que más disfrutaba era la fiesta de Simja Tora porque organizaban rifas, pasábamos a cada casa y nos regalaban dulces, nos los aventaban por la ventana mientras gritábamos “queremos Simja Tora” a veces nos mojaban o nos aventaban globos con agua, pero nos encantaba porque hacia muchísimo calor. Después organizaban una guerra de espumas en la que participaban todos los del conjunto, abuelos, papás, niños; era una actividad que esperaba año con año, porque tenía la oportunidad de divertirme con mis amigos y mi familia al mismo tiempo.
¿Ven porque soy tan feliz? Tuve una vida increíble, siempre supe que podía contar con mi familia y fui muy querido por mis amigos. Hoy adoro a mi esposa y a mis hijos, me encanta mi trabajo porque comparto con mi papá y mi hermano, siempre trato de pensar que todo me va a salir bien, amo ser judío y festejar las fiestas.
De repente me desperté de un salto, todo sudado y pensé, ¡Qué bonito sueño tuve! Me hace sentir feliz saber que todavía soy un niño y que me queda un largo camino por recorrer, que puedo brincar, reír, mojarme en la lluvia, jugar con bompers en el boliche y seguir aprendido cosas nuevas.
Puedo convivir con mis papás que me consienten tanto y jugar con mis amigos que son la diversión de cada día. Estoy listo para seguir disfrutando cada día y ahora más despierto que nunca para gozar la vida que siempre escucho a mis papás decir que vuela.
