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El viaje que unió corazones
El viaje que unió corazones
Infantil B
Indy
Había una vez una jirafa llamada Manchas. A Manchas le encantaba jugar, pero se sentía muy sola porque no tenía con quién hacerlo. Un día, mientras caminaba por la sabana, conoció a un pequeño mono llamado Capuchino, quien también se sentía solo y deseaba tener un amigo con quien divertirse. Desde el primer momento, Manchas y Capuchino se llevaron muy bien y se convirtieron en grandes amigos.
Un día, mientras jugaban entre los árboles, encontraron en el pasto a una perrita llamada Milky. Ella estaba buscando algo de comida y también se sentía triste porque no tenía compañía. Manchas y Capuchino la invitaron a jugar con ellos, y desde entonces formaron un grupo inseparable. Jugaban todos los días, corrían, se escondían y se divertían muchísimo.
Un fin de semana, decidieron hacer una aventura y caminar hacia la nieve. Después de mucho andar, llegaron a una región helada y vieron un iglú. Dentro escucharon unos ruidos suaves y, al entrar, descubrieron a tres pingüinos bebés que temblaban de frío. Los pingüinos se llamaban Rocky, Rosy y Chay. Manchas, Capuchino y Milky se acercaron rápidamente para ayudarlos. Les dieron unas cobijas y unas tazas de chocolate caliente que llevaban en sus mochilas.
De pronto, un oso polar apareció. Los animales se asustaron, pero el oso solo tenía hambre y frío. Se tomó todo el chocolate caliente y agradeció por la ayuda. Sin embargo, accidentalmente destruyó el iglú de los pingüinos. Rocky, Rosy y Chay se pusieron muy tristes porque ya no tenían casa.
Entonces, Manchas, Capuchino y Milky decidieron ayudarlos. Milky tuvo una gran idea: construirles una nueva casa en el bosque. Todos colaboraron: Manchas traía ramas largas, Capuchino juntaba hojas secas y Milky organizaba todo. En poco tiempo, la casa estuvo lista y los pingüinos pudieron dormir abrigados y felices.
Desde ese día, todos los animales se hicieron los mejores amigos. Jugaban juntos, contaban historias, hacían fogatas con bombones y organizaban campamentos bajo las estrellas. Aprendieron que, aunque sean diferentes, la amistad y la cooperación pueden unirlos y hacerlos más felices.
