Género: Poesía
Categoría: Abierta
Pseudónimo: Trueno de Venus
Aparece en las noches,
cuando mengua la luna
y las estrellas brillan
más que los fotones
de los postes en la calle.
Ella viene a mi,
sin que yo la busque
o la llame.
Se queda conmigo
hasta el amanecer
esfumándose como el humo
de un incienso de palo santo.
Calipso,
quien me trae polvo luminoso
y estrellas de aluminio
guía mi corazón hacia el suyo
y su presencia me estremece.
Me toma de la mano
y me lleva hacia Orión,
cruzamos por Andrómeda
Volamos a través de las galaxias
llegando a Cassiopeia.
Me dice que me adora,
que soy la luz de sus ojos,
que pinto su cielo
de colores cósmicos.
No es real
Calipso es una cabra
y yo,
una serpiente:
conozco la guerra.
Cometo el pecado más antiguo
la culpo por mis deseos vacíos.
Aun así no se va
y se queda conmigo
hasta el amanecer.
Me tiemblan las manos,
ahogándome en su resplandor
y cuando ella muera,
yo dejaré de existir.
Calipso volverá a ser un satélite de saturno
y yo un satélite artificial
Lo que alguna vez fue humano
se convirtió en una máquina de alto mantenimiento.
Estoy hecha de promesas rotas
donde vivo el sol nunca se pone.
Calipso ya no existe
y yo estoy muerta.
El incienso se apaga lentamente
el humo se desvanece
las cenizas se enfrían.
El paso del tiempo revela tu cama,
espero que descanses.