Flores hermosas por el jardĂ­n

En un jardĂ­n soleado lleno de flores hermosas habĂ­an buganvilias, petunias, tulipanes, girasoles y rosas todas ellas eran muy elegantes y perfectas. CompetĂ­an para ser las mĂĄs bonitas del jardĂ­n.

En este jardĂ­n habĂ­a una flor roja que tenĂ­a un pĂ©talo morado y era mĂĄs bajita que las demĂĄs.  Le decĂ­an “bicolor” aunque su verdadero nombre era LĂ­a.

Cada vez que hablaba y veĂ­an su pĂ©talo morado se burlaban de ella y decĂ­an entre ellas – Mira esa flor “bicolor”, nunca va ser mejor que nosotras y LĂ­a siempre se sentĂ­a triste y enojada porque no le gustaba que la llamaran “bicolor”, ella querĂ­a ser normal.

Un dĂ­a llegĂł al jardĂ­n una libĂ©lula que se llamaba Moly. Ella tenĂ­a las alas moradas traslĂșcidas y cuando volaba soltaba brillos de color dorado. QuerĂ­a pararse en una flor pero ninguna le gustaba tanto hasta que viĂł a LĂ­a y dijo – Me encanta esa flor diferente, me parece bonita y le da vida al jardĂ­n.

Cuando LĂ­a escuchĂł a Moly decir eso, se sintiĂł apenada y feliz y LĂ­a le dijo, – No te parezco una flor fea? Y Moly le respondiĂł – Claro que no, al revĂ©s, eres diferente y eso te hace ser una flor bonita y especial, tambiĂ©n me gustan las flores iguales, son bonitas pero tĂș me alegras el dĂ­a. Entonces LĂ­a ya no se escondĂ­a mĂĄs y sonreĂ­a cada dĂ­a para atraer a mĂĄs libĂ©lulas y mariposas coloridas.

Ese dĂ­a LĂ­a supo que no tiene que ser perfecta para ser especial y que ser Ășnico te hace brillar.

Eliane