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S.O.S.: The freak show

Centro Deportivo Israelita, A.C.

//Isaac Richter

Este año, el Festival Habima inauguró con un espectáculo que toca uno de los temas más vigentes para cualquiera que pasa por la vida: el bullying. Basada en un texto de Kerim Martínez y traída al Salón Mural del CDI por Yesenia Sadovitch, esta puesta (que crea una especie de corredor a la mitad de este salón poniendo al público en ambos lados de este corredor) nos transporta a un circo en el que las atracciones no son animales, ni payasos, ni acróbatas, sino personas de la vida cotidiana que tienen algo por lo que el mundo las ve como fenómenos en un circo. Ana (Frida Romano) no puede dejar de comer, Pablo (Elías Sacal) tiene una deformidad física por el que le dicen “Tetillas”, Ricardo (Joss Hernández) es demasiado sensible para lo que la sociedad considera que es un ‘hombre’, Raquel (Nicole Bratt) molesta a otras personas para esconder sus propias inseguridades y una situación económica que la lleva a venderle su cuerpo a un profesor. De Samuel (Mark Achar) no sabemos mucho, fuera de que molesta a todos los personajes anteriormente mencionados. Todos son presentados a través de un maestro de ceremonias conocido como el Narrador (Elías Gindi), que nos invita a observar a estos ‘fenómenos’ que nos cuentan historias que nos obligan a reflexionar sobre nuestra pasividad ante situaciones como estas que suceden todos los días.

Lo que vi en escena:

Dado que El Gran Showman es una película muy reciente, es interesante ver una propuesta que, de cierta forma, es una crítica a las ideas de PT Barnum de poner ‘fenómenos’ en un circo, exponiendo la idea de un ‘circo’ como un lugar para burlarse de estas personas. Tiene la estructura de un espectáculo en la que cada personaje tiene su momento para contar su historia (excepto Samuel, por alguna razón), con barras movidas por bailarines (del grupo Maspik, Punto CDI Monte Sinai by Dánzico) que simboliza una cárcel y algunos números musicales (Ricardo baila con el resto de bailarines a una versión instrumental de Big Spender, del musical Sweet Charity) junto con monólogos dirigidos al público para involucrarlos en la historia. La coreografía, las actuaciones, la iluminación y la escenografía (de Miguel Moreno) trabajan en conjunto para crear una experiencia impactante y conmovedora.

XXVII Festival Habima de Teatro