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Un llamado a la paz en un mundo convulso

Centro Deportivo Israelita, A.C.

Yom Hashoá, el Día del Recuerdo del Holocausto, llega este año con un peso especial. Mientras conmemoramos la atrocidad del exterminio sistemático de seis millones de judíos y millones de otras personas a manos del régimen nazi, nos encontramos en un mundo que enfrenta nuevos desafíos y donde la búsqueda de la paz duradera parece más distante que nunca.

El Holocausto no sólo fue una tragedia inimaginable para el pueblo judío, sino un crimen contra la humanidad que marcó un antes y un después en la historia. Es fundamental recordar este evento no sólo por las víctimas, sino para comprender las raíces del odio, la discriminación y la violencia que aún perviven en la actualidad.

El contexto histórico del Holocausto nos remonta a la Europa de la década de 1930, donde la propaganda nazi y el antisemitismo corroían las bases de la sociedad. Bajo el liderazgo de Adolf Hitler, se implementó un sistema de opresión y exterminio sistemático que buscaba eliminar a los judíos, así como a otras minorías consideradas "inferiores" por el régimen.

En el calendario gregoriano, Yom Hashoá se conmemora cada año entre finales de abril y principios de mayo, en el mes de Nissan de nuestro calendario. Las fechas exactas varían según el calendario hebreo, pero este año 2024, se conmemora el 6 de mayo.

Si bien la conmemoración de Yom Hashoá tiene un significado profundo y su importancia trasciende a toda la comunidad judía. Es un llamado a la reflexión y la acción para toda la humanidad. Recordar el Holocausto nos obliga a confrontar la oscuridad del pasado y a comprometernos con la construcción de un futuro más justo y tolerante. Es un recordatorio de que el odio y la discriminación no pueden tener cabida en una sociedad civilizada.

En este 2024, marcado por la inestabilidad y la violencia en diferentes regiones del mundo, la conmemoración de Yom Hashoá cobra aún mayor relevancia. Es un momento para recordar que la paz no es sólo la ausencia de guerra, sino la construcción de una sociedad donde el respeto a la vida, la dignidad humana y la diversidad sean valores fundamentales.

La búsqueda de la paz duradera en Medio Oriente y en el mundo entero requiere de un compromiso colectivo que se base en el aprendizaje del pasado y en la lucha contra las ideologías que promueven el odio y la violencia.

Recordar el Holocausto no es sólo un ejercicio de memoria, sino un acto de esperanza. Es la afirmación de que un mundo donde la paz y la tolerancia prevalezcan es posible, y que la construcción de ese mundo depende del compromiso activo de cada uno de nosotros.

Fuente: AJN