//Renato Huarte Cuéllar
El lunes pasado llegué al CDI, y la gente me felicitó por una edición más del Festival. “Seguro estarán más descansados”, me decían. Esto es verdad. Terminamos ya con la edición número 42 de un Festival lleno de emociones, identidad, danza, sueños, premios, lágrimas, etcétera. Sin embargo, también podemos decir que no es del todo verdadero porque el lunes, por ejemplo, tuvimos la reunión de evaluación entre los jueces y los coreógrafos de Bikurim. En ese espacio tan especial, los miembros del jurado dan una retroalimentación general que permita al conjunto de los coreógrafos aprender nuevas cosas en ese “proceso y espacio privilegiado que es el Festival Aviv”, según dijeron los miembros del jurado.
Después de comentarios generales, cada uno de los coreógrafos tiene la oportunidad de sentarse con cada juez para revisar los comentarios que se vertieron en las evaluaciones de cada una de las noches, y que les llegan a los competidores y a las instituciones cada año, buscando cada vez tener mayores elementos de mejoría.
El miércoles pasado se dio una reunión similar con los evaluadores de Shorashim. Cada grupo puede ir aprendiendo cómo manejar los temas, los elementos de la coreografía, el trabajo con adolescentes, etcétera. En Danza de Cámara, la evaluación se dio de manera directa en el auditorio una vez que concluyeron todos los trabajos. El público asistente presenció una manera de evaluar directa y sincera los trabajos que, este año, fueron guiados por la danza experimental. El martes 17 de marzo se llevó a cabo la reunión de las evaluadoras de Garinim con los y las maestras de esta categoría, quienes seguramente también aprenderán muchas cosas para tener un proceso más rico con los niños en un futuro.
De esta manera el Aviv no termina. Evaluar y aprender de la experiencia vivida en esta última edición del Festival hace de nuestro gran evento algo educativo. Y, por si no sabían, ya tuvimos la primera reunión para determinar el tema del 43° Festival Aviv que detonará presentación de temas, asesorías, capacitaciones… hasta el próximo Festival en 2016, que será a su vez evaluado. Este es el proceso educativo general del Festival Aviv.
