//Isaac Richter

Si uno entra a la Mansión Forrester, lo más probable es que va a acabar enloqueciendo hasta la muerte. Cuando entran todos los sobrinos de la tía Eleonora (quien falleció bajo circunstancias sospechosas) y los dos agentes que vienen a investigar la casa, todos se encuentran con algún recuerdo o con algún cuarto al que no pueden entrar, todo bajo la mira del gato Mittens.

Lo que vi en escena: La puesta arma una atmósfera aterradora que se pierde en una trama innecesariamente complicada (o que se pierde ante la falta de dicción y volumen) con demasiados personajes y demasiadas versiones de la locura que se proyecta en la mayoría de ellos. Es admirable poner un guion que fue escrito en parte por algunos de los actores que están en escena, así como el riesgo de poner a un gato vivo en escena sin saber lo que podría hacer (aunque en este caso, el gato estuvo calmado a lo largo de la obra) y aunque destaca la ambientación de una época que nadie está seguro cuál es (la inclusión de un avión a control remoto complica las cosas) y algunas de las actuaciones, es difícil saber exactamente lo que está pasando.

Ella… (una historia en doce lunas). Miércoles 10 de junio, 21:00 horas

Festival de Teatro Habima 2015