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La persecución de los homosexuales bajo el régimen Nazi

Centro Deportivo Israelita, A.C.

//Alejandro Asz

A más de 60 años después del Holocausto, mucha gente aún sigue creyendo que las únicas víctimas de los nazis fueron los judíos. Sin embargo, a pesar de que estos fueron el principal blanco de exterminio, existieron otras víctimas que igualmente fueron perseguidas y asesinadas por el mismo régimen. Mientras seis millones de judíos fallecieron en el Holocausto, cinco millones de cristianos también perecieron.

Para entender esto, es necesario comprender el plan maestro de los nazis de dominar al mundo, dentro del cual otras naciones debían servir a la tan llamada raza aria alemana, la cual para ellos mismos era considerada como una raza pura y superior a las demás. Como parte de este plan, algunas razas inferiores iban a servir como fieles sirvientes o esclavos como era el caso de los polacos. Además en ese nuevo mundo del que ellos hablaban, no había lugar para otras razas, grupos y minorías como los judíos, negros, gitanos, testigos de Jehová, comunistas, homosexuales, que eran considerados como patógenos peligrosos, que podían infectar su raza pura, por lo cual debían ser exterminados.

En 1871 es creado en el código penal de la constitución alemana, el párrafo 175 que penalizaba los actos sexuales directos entre dos hombres enviándolos a prisión por un periodo aproximado de seis meses. Alrededor de 140,000 hombres fueron procesados por este párrafo.

Cuando el partido nazi sube al poder, modifica el párrafo 175, creando sanciones mucho más estrictas y fuertes respecto al contacto entre dos hombres, además de cerrar todos los locales y bares gays y censurar toda la literatura referente al mismo tema.

Es importante mencionar que dentro del partido nazi, había un número significativo de homosexuales y se podría decir que el personaje más trascendental fue Ernst Rohm, el cual fue el comandante principal de la SA (la SA era una organización propia del NSDAP, la cual nació como “fuerza de seguridad” del partido para proteger los mítines y reuniones en los primeros años, con el tiempo fue creciendo hasta llegar a formar una fuerza paramilitar inmensa al servicio del partido) y mano derecha de Hitler. 

Rohm era abiertamente homosexual y en realidad Hitler no tenía ningún problema con la orientación sexual de Rohm; sin embargo, Himmler al querer obtener la posición privilegiada de Rohm, utiliza su homosexualidad como chivo expiatorio para convencer a Hitler de mandar aniquilar a todos los miembros de la SA, ya que según él todos eran homosexuales y eso iba en contra de los principios e ideología de su partido, lo cual culmina con la llamada Noche de los Cuchillos Largos, el 30 de junio de 1934, donde se asesinan a todos los miembros de la SA.

Hablando específicamente de la persecución de los homosexuales por parte de los nazis, se debe hacer hincapié en que se siguieron dos vertientes distintas:

La primera se refiere a los homosexuales judíos, negros, gitanos, comunistas, polacos y testigos de Jehová, los cuales además de pertenecer a las razas más inferiores presentaban ante los ojos de ellos, una degeneración en su comportamiento sexual por lo cual, aún con más razón, debían ser eliminados lo antes posible.

La segunda se refiere a los homosexuales arios, que a diferencia de los mencionados con anterioridad, pertenecían al pueblo alemán, por lo cual se intentó aplicar una terapia de reeducación para curarlos de ese terrible trastorno, que según los argumentos médicos alemanes, era causado por una degeneración de la personalidad debido a cambios morfológicos del cerebro, disturbios del sistema nervioso e inestabilidad hormonal. Los nazis consideraban que eran enfermos que debían ser curados, para prevenir la propagación de una epidemia a través del contagio.

La realidad de las cosas, es que los nazis consideraban a la homosexualidad un peligro debido a que eventualmente podían volverse posibles opositores al régimen, además de que eran una pérdida como potenciales procreadores de niños para la nación, y sus actos considerados inmorales para ellos debilitaban a la sociedad alemana.

Es importante hacer énfasis en que la persecución fue dirigida completamente a los homosexuales de género masculino, no a las lesbianas, ya que para los nazis ellas no representaban un peligro para la nación, pues todos los puestos de poder estaban a cargo de hombres y además, ellas podían servir como reproductoras de niños para el régimen ario.

Pero, ¿en qué consistía la terapia de reeducación? Primero, intentaban convencerlos de cambiar apoyándose con algo de psicoterapia; sin embargo, al darse cuenta de que esto no produjo mucho efecto, el principal método reeducativo utilizado fue la castración y posteriormente el envío a campos de concentración.

Dentro de los campos de concentración, los homosexuales fueron marcados con un triángulo rosa para identificarlos. Los dos principales campos donde los llevaron fueron Dachau y Buchenwald, donde realizaron experimentos para intentar curarlos, principalmente lobotomías (extirpación de algún lóbulo del cerebro), y en algunos otros insertaron cápsulas con testosterona dentro de su cuerpo (llamadas cápsulas de Vaernet, por su creador un endocrinólogo danés llamado Carl Vaernet) para tratarlos mediante la liberación constante de hormona masculina. Dentro de los campos, los homosexuales eran considerados dentro de las castas más bajas e incluso fueron brutalmente tratados y abusados sexualmente por los mismos prisioneros.

Ya en la posguerra se mantiene vigente el párrafo 175 (es abolido hasta 1969) por lo que los homosexuales fueron tratados como criminales y no como víctimas, y por lo mismo muchos fueron detenidos y encarcelados. Fueron ignorados de todos los monumentos, estudios y museos y no fueron mencionados en los juicios de Nuremberg. Ningún prisionero del triángulo rosa recibió compensación del Estado alemán.

Fueron reconocidos como víctimas del nazismo hasta 1985 y fue hasta el año 2002, que el gobierno alemán pidió disculpas oficiales a la comunidad homosexual y comenzaron a realizarse los monumentos del triángulo rosa.

Durante la Segunda Guerra Mundial se estiman alrededor de 100,000 homosexuales detenidos, de los cuales se calcula que de 10,000 a 15,000 fueron enviados a campos de concentración y alrededor de 6,000 a campos de exterminio. 

BIBLIOGRAFÍA

Heinz Heger - The men with the pink triangle

Richard Plant - The Pink Triangle

Günter Grau - Hidden Holocaust 

Dagmar Herzog - Sexuality and German Fascism

Gad Beck - An Underground Life, Memoirs of a Gay Jew In Nazi Berlin  

Suplemento especial de la Shoá