//Teófilo Huerta

Crecí leyendo pequeñas historias en libros ilustrados y, principalmente en historietas fácilmente digeribles. Textos e imágenes a la par, me llevaron de la mano por curiosas aventuras.

No obstante, fue el libro de Belleza negra el que me invitó a seguir con pasión la trama a partir de la vida de un caballo que lo fue lo mismo de carreras que de alquiler, pero que narraba sus sentimientos y experiencias en el campo, los establos y las ciudades.

Leer comenzó a ser un rato y un interés por conocer mundos nuevos y personajes fascinantes. Leer en mi niñez no fue tarea fácil, pero con la misma disciplina con que se comienzan a utilizar correctamente los cubiertos para comer o el cepillo para lavarse la boca, aprendí a valorar las hojas impresas y engrapados, engomadas o cosidas, su textura, olor y el maravilloso contenido no solo gráfico, fácilmente interpretable, sino la conjunción de letras y palabras con que, como un rompecabezas, se podía armar un discurso, una historia.

Gracias a la lectura y al aprendizaje de saber decir cosas, con el tiempo pude no solo copiar textos de tarea o hacer cartas, sino a redactar – arte del buen escribir – mis propios textos, a decir cosas que imaginaba, a expresar mis propias ideas y de manera similar a como se va gestando un suéter, a tejer relatos.

Leer y escribir van de la mano y no cabe duda de que este Certamen Literario tiene, entre otros, el objetivo de fomentar la lectura como la escritura.

Ahora que en los recientes años gentilmente he sido invitado para calificar trabajos del Certamen Literario, he podido apreciar una gran cantidad de escritos, muchos de ellos de gran calidad y, advertir detrás de ellos a sus creadores, a los niños, jóvenes y adultos reales que tienen facilidad para observar, escuchar y contar experiencias y fantásticos relatos.

Los integrantes del jurado estamos convencidos de la alta responsabilidad que tenemos al evaluar los muchos trabajos que participan en el concurso. Este jurado lo componemos poetas, escritores, editores, académicos, promotores, personas sensibles al arte y al valor de la comunicación.

Cada vez que nos toca leer y apreciar las obras participantes, tenemos el reto de advertir la originalidad, su buen manejo del lenguaje y su correcto armado.

Exigimos sí autenticidad, claridad y calidad, pero también aplaudimos el esfuerzo, la determinación y el valor para, como se decía antes: “soltar la pluma”, quizá ahora también para “soltar el dedo sobre el teclado o la pantalla”.

Sabemos que los talentos pueden ser innatos, pero su cultivo depende del estímulo y apoyo de familiares y maestros. El Certamen Literario es un foro que alienta a su vez a construir en la escritura una forma de expresarse y de crecer como seres humanos.

Les invitamos a continuar en la búsqueda de los nuevos horizontes que abre la literatura, a no dejar de leer, así sea en los maleables libros físicos o en los novedosos libros electrónicos, y a no dejar de ejercitar la escritura y la imaginación.

En nombre del jurado agradecemos el empuje e iniciativa de Susy Anderman y la confianza en quienes calificamos los trabajos. Aplaudimos a todos los concursantes y felicitamos a los destacados ganadores. Enhorabuena.