Entro caminando al Deportivo con dirección al Asoleadero y, paso a paso, al igual que el sonido de la música, dentro de mí se va intensificando ese sentimiento de emoción, tan característico y único del Festival Aviv. Volteo a mi alrededor y observo cómo, desde los más pequeños hasta los más adultos, los Socios, los voluntarios, los empleados, los proveedores, todos los presentes, viven y conviven en una atmósfera de armonía indescriptible, en la cual, cada una de las personas, representan un eslabón único e irrepetible, que hacen que nuestro Festival, se consolide y fortalezca, garantizando la continuidad y trascendencia.
Estoy muy agradecido con el Deportivo, por otorgarme la confianza y permitirme ser el Productor del Festival, tarea que resultaría imposible sin las personas que encabezan el equipo de dirección, tanto del Festival Aviv como del CDI… Liz Hop y Jorge Wigisser, ¡muchas gracias!, así como a todos y cada uno de los miembros de sus equipos, por ser los elementos fundamentales que enlazan los eslabones que permiten que esto se lleve a cabo.
Vivamos juntos el Aviv, en el corazón del CDI.