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Récord armando a los opositores de Damasco

Centro Deportivo Israelita, A.C.

//Rodi Said

Por cuarto año consecutivo, Bulgaria aumenta sus exportaciones armamentistas anuales. A través de diferentes canales, las armas búlgaras acaban en las manos de los opositores de Damasco, sea la llamada ‘oposición armada’ o los terroristas. El papel de esta nación balcánica es bien considerable, opinan analistas rusos.

El viceministro de Economía búlgaro afirmó a finales de mayo que las exportaciones de armas búlgaras marcaron un récord histórico en 2017 al alcanzar un valor de 1 200 millones de euros.

De hecho, las ventas de armas búlgaras crecieron desde 2014, y coinciden estrechamente con el aumento de apoyo extranjero para las fuerzas opositoras a Damasco, señala el blog militar ruso BMPD -la plataforma informal del CAST, un ‘think tank’ independiente moscovita especializado en temas de defensa-.

Entre los mayores compradores de los armamentos búlgaros figuran Irak, Arabia Saudí y Estados Unidos. El caso de Irak es comprensible, ya que el país, azotado por el conflicto con los grupos terroristas, emplea muchos equipos de fabricación soviética que son compatibles con los productos bélicos de Bulgaria.

Pero las ventas a Arabia Saudí y Estados Unidos demuestran un lado oscuro de estas transacciones. El Ejército de Riad, un importantesocio de Washington, va armado en su mayoría con equipos estadounidenses, o más ampliamente, de fabricación occidental.

El propio Washington tampoco requiere armas de la ex-URSS, salvo en ciertos programas de apoyo para los aliados.

Pues, ¿a dónde van las armas búlgaras? Los autores de la nota publicada en el BMPD constatan que la mayor parte de estos suministros está dirigida a los grupos armados sirios patrocinados por los estadounidenses y los saudíes, como las Fuerzas Democráticas Sirias y los grupos de tendencias islamistas.

Los casos del desvío de armas destinadas para la ‹oposición armada› a los grupos terroristas, como ISIS (también autodenominado Estado Islámico o Daesh) y Hay’at Tahrir al Sham (antiguo Frente al Nusra) -ambos proscritos en Rusia- no son ningún secreto, y hace años causan la preocupación de los investigadores que tratan de seguir los flujos de armas en Oriente Medio.

Así, Bulgaria, voluntariamente o no, resulta tener “un papel impresionante en el proceso de armar a los grupos paramilitares de la región”, señalan desde el BMPD.

Para dar un contexto, los autores calculan que de los 1 015 millones de euros recibidos de las ventas de armas en 2016, unos 734 millones fueron destinados a la zona a través de Irak, Arabia Saudí, Estados Unidos y la Unión Europea, los tres últimos cediendo la mayor parte de esos armamentos a los grupos armados sirios.

Al eliminar Irak del conteo, resultarían unos 475 millones destinados exclusivamente para Siria, y el Gobierno en Damasco no tiene nada que ver con esos pedidos.