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El poder de la mujer

Centro Deportivo Israelita, A.C.

“No soy la única, pero aún así soy alguien. No puedo hacer todo, pero aún así puedo hacer algo; y justo porque no lo puedo hacer todo, no renunciaré a hacer lo que sí puedo”

Hellen Keller

¿Qué pasaría si una princesa decidiera no serlo, sino otra cosa?, y, ¿si tampoco supiera qué quiere ser? ¡Cuántas veces nos han dicho que debemos soñar con el príncipe azul, vivir en un castillo, tener todas las comodidades, vernos guapas, elegantes y arregladas. De niñas nos enseñan que debemos ser buenas madres, esposas, amigas, pero sobre todo, estar en la casa, cuidar de nuestros hijos y esperar a la noche a que llegue nuestro esposo, el cual ha trabajado muy duro todo el día. ¿Qué sucedería si esta princesa en vez de vivir en el castillo y esperar todas las noches a que su príncipe regrese de trabajar, decide salir a estudiar o trabajar, estar fuera de casa, aprender cosas nueva, y que sea su esposo quien la espere a ella? Hace más de cincuenta años, esto parecía un cuento de fantasía de una película de Disney, en donde las niñas soñaban, pero parecía casi irreal, dejar ser una princesa y tratar de ser arqueóloga, ingeniera, cantante, músico, o cualquier otra cosa que se desee. Hoy, sabemos que ni la belleza es sinónimo de éxito, ni la felicidad llega con el príncipe azul. Aunque son muchos los estereotipos y barreras de género pendiente por pasar y ser parte de nuestra historia, aún son muchos los niños y niñas que siguen creyendo que cada uno ocupará un lugar distinto con diferentes oportunidades dentro de la sociedad. Son grandes pasos que debemos recorrer para que este cambio se haga realidad, y que tanto las niñas como los niños ocupen los mismos lugares. El empoderamiento de la mujer empieza desde la infancia, debemos como padres de familia, educadores, maestros, tutores, enseñarles a nuestras niñas que ellas son dueñas de su futuro y que solo ellas deciden qué quieren ser de grandes. Nadie puede ni podrá truncarles sus sueños, ni quitarles el poder de la decisión de lo que quieran hacer y ser en sus vidas. En nuestro deber como sociedad fomentarles la autoestima y el empoderamiento desde su infancia, desarrollar el liderazgo y la toma de decisión. Cinco razones para aprender a empoderarnos y empoderar a nuestras niñas

1.Que aprendan a ser valientes, que luchen por sus sueños, no es necesario ser ‘perfectas’ según lo que nos marca la sociedad o las revistas.

2.Romper con los estereotipos de género, ya que se adquieren desde la infancia.

3.El empoderamiento previene la violencia y la discriminación.

4.Porque las niñas de hoy, serán las líderes de mañana.

5.Porque no existe una sociedad exitosa sin las aportaciones de las mujeres.

*Psicóloga, coach y terapeuta cognitivo – conductual

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//Adi Tzaban