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Ahora podemos ver ‘besos de Pólipos de Coral’

Centro Deportivo Israelita, A.C.

BUM (Bentech Underwater Microscope - Microscopio Submarino Bentech), el nuevo telescopio submarino que documentó por primera vez raras imágenes de peleas y besos de corales, así como de algas que causan el blanqueamiento de corales.

El deseo de ampliar el conocimiento humano y profundizar nuestro conocimiento del mundo en el que vivimos, ha llevado a la humanidad a las profundidades del mar y al espacio exterior. Pero mientras que los telescopios nos proveen imágenes de lejanas estrellas, existen procesos ocultos que suceden mucho más cerca a nosotros, los cuales no podemos ver a simple vista por su tamaño tan pequeño. BUM (Bentech Underwater Microscope - Microscopio Submarino Bentech, en Español) es un microscopio submarino desarrollado en colaboración con una científica israelí que permite, por primera vez, tomar fotos de alta resolución de los procesos microscópicos que suceden en el fondo del mar, dejando al descubierto una serie de interesantes películas y espectaculares imágenes.

Traer el laboratorio al mar

Muchos de los procesos que suceden por debajo del agua se producen en una escala microscópica. “Los corales, algas y esponjas son cosas que no solemos considerar ‘pequeñas’, pero están compuestas de pequeñas partes”, explica la Dra. Tali Treibitz, cabeza del laboratorio de imagenología marina en la Facultad de Ciencias Marinas de la Universidad de Haifa, quien también participó en el desarrollo del BUM (Microscopio Submarino Bentech). “Los corales son colonias compuestas de pequeños pólipos. Los pólipos pueden alcanzar el tamaño de un milímetro, o menos. Si deseamos observarlos y estudiar qué es lo que comen o la manera en que atacan a otros organismos, se necesita de un microscopio. El problema es que los corales son organismos ‘consentidos’, muy difíciles de cultivar en un laboratorio. Se debe crear un sistema de control de temperatura y de luz, y aún así, es difícil imitar la complejidad de las condiciones ambientales del mar. El nuevo microscopio permite a los investigadores explorar los corales, sin tener que sacarlos de su entorno natural”.

El microscopio fue desarrollado por un equipo de científicos del Instituto de Investigación Oceánica Scripps, de la Universidad de California, con la colaboración de la Dra. Treibitz. El microscopio fue desarrollado en un año, y fue construido de modo que un buceador pueda operarlo muy fácil y cómodamente. Está compuesto de dos partes: una unidad de fotografía, que incluye una cámara con un lente microscópico y un anillo de luces LED, y una unidad de control, la cual consiste básicamente de una pequeña computadora a prueba de agua. Se puede incluso encontrar una pantalla LCD y botones de control, mediante los cuales el buceador puede ver la imagen en vivo, y ajustar el tiempo de exposición y la nitidez de la imagen.

Abundantes besos de corales

El microscopio es el primer dispositivo que permite documentar los procesos que ocurren en el fondo del mar, a nivel de células individuales - de un tamaño de hasta cinco micrómetros (micras o micrómetros, es la unidad de medida de una millonésima parte de un metro de longitud, o una milésima parte de un milímetro). “Permite fotografiar corales, esponjas y algas de una manera que era imposible hasta ahora”, dice Treibitz. Hasta ahora, el microscopio ha proporcionado únicamente fotografías del Golfo de Eilat, y de la isla Maui en Hawaii.

Durante la prueba que se hizo en el Golfo de Eilat, el microscopio documentó cómo los corales luchan entre sí para ganar territorio. “Se sabe que hay especies de corales a los cuales se les dificulta vivir en colonias, ya que pelean por espacio entre sí”, explica Treibitz. “En las fotografías que fueron tomadas, se pueden ver claramente las etapas de desarrollo de las peleas entre corales: comienzan con acercamientos, como si se estuvieran chequeando entre sí, y poco a poco la batalla se va desarrollando, cada vez más violenta, hasta que un coral ataca al otro con sus tentáculos para matarlo. Esta es la primera vez que un proceso como tal ha sido filmado a una resolución tan alta y durante tanto tiempo - toda la noche. En las películas también se puede ver que los corales del mismo sexo no se tocan entre sí, ya que tienen un mecanismo químico que les indica si son amigos o enemigos”.

Junto a la guerra bajo el agua, el microscopio también documentó un fenómeno conocido como ‘besos de coral’: los pólipos de una colonia de corales se tocan entre sí, en lo que parece ser un suave beso. Este proceso ocurre generalmente por la noche o al atardecer, ya que el agua entra en el tejido del coral, y provoca que este se hinche.
En Maui, el microscopio proporcionó un vistazo más cercano de uno de los procesos más destructivos al cual son sometidos los arrecifes de coral del mundo: el blanqueamiento de coral (proceso llamado bleaching en Inglés). Debido al calentamiento de los océanos, la aceleración colaborativa, la cual provee nutrientes, abandona el cuerpo del coral, volviéndolo blanco. “El microscopio nos permitió estudiar a los corales por largos periodos de tiempo, y nos permitió ver cómo las algas, las cuales le proporcionan el color al coral, lo abandonan, y cómo otras algas llegan y asumen el control”, nos cuenta la Dra. Treibitz, quien también explica que la toma de control de las nuevas algas en el coral elimina su posibilidad de rehabilitarse, y deja partes enteras del arrecife completamente blancas.

Microcontaminación

Actualmente, hay dos prototipos del microscopio, uno en el laboratorio en San Diego y uno en Israel, en el laboratorio de la Dra. Treibitz en la Universidad de Haifa. En el laboratorio continúan trabajando en el mejoramiento de las capacidades del mismo, para que este pueda fotografiar fenómenos de una nueva manera, y están trabajando en colaboración con biólogos marinos, para poder investigar más a fondo los procesos microscópicos que suceden en el fondo del mar.

Los investigadores esperan conectar el microscopio BUM a herramientas submarinas no tripuladas que pueden ser controladas a distancia, lo cual permitirá tomar fotografías de primer plano, de procesos diminutos que suceden en las profundidades, lo cual aún no se ha podido hacer. También es posible que en el futuro el microscopio pueda ser utilizado para fines completamente diferentes, tales como el descubrimiento de contaminación en el agua de mar por diminutos residuos plásticos.

Fuente: www.nytimes.com