//Judah Ari Gross

En mayo de 1967, Egipto bloqueó el Estrecho de Tirán - un casus belli (motivo de guerra) - provocando el llamado periodo de espera, durante el cual Israel decidió llevar a cabo ataques preventivos contra Egipto y Siria.

La guerra que siguió duró técnicamente siete días, pero prácticamente seis días. Los líderes israelíes temían que el país fuera invadido por cinco ejércitos árabes, egipcios, sirios, jordanos, iraquíes y libaneses, pero al final, las Fuerzas de Defensa de Israel los derrotaron a todos.

El Estado judío conquistó la Península del Sinai, los Altos del Golán, la Franja de Gaza y Cisjordania, y con ellos alrededor de un millón de residentes árabes cayeron bajo control israelí. Toda la ciudad de Jerusalem, la capital eterna del pueblo judío, fue llevada a manos israelíes.

Doce años después, el Sinai fue devuelto a Egipto como parte de un acuerdo de paz duradero. Los Altos del Golán fueron anexados por Israel, aunque esto no ha sido reconocido internacionalmente.

La Ribera Occidental y Gaza, por su parte, han permanecido en un estado de limbo, bajo el gobierno militar israelí mientras disfrutan (si es que es la palabra correcta) un grado de autonomía, desde entonces.

Tanto para las pinceladas amplias. Los archivos estatales de Israel ofrecieron un vistazo a las minucias del proceso de toma de decisiones del gobierno en el periodo previo y posterior a la guerra, considerado ampliamente como el primer punto de inflexión en la historia moderna de Israel.

Los archivos hicieron horas de video, decenas de fotografías y unas 15 000 páginas de documentos disponibles para su descarga y estudio, incluyendo en particular las transcripciones de las reuniones del gabinete.

La mayoría de estos documentos, si no todos, estaban disponibles en el pasado. Durante los últimos 50 años, los investigadores los han examinado, y los archivos hicieron que muchas de las transcripciones del gabinete estuvieran disponibles para el público en general en 2012, también. Sin embargo, las transcripciones del gabinete de seguridad que se publicaron nunca antes habían sido publicadas, según el archivero nacional israelí Yaacov Lozowick.

Ahora, los chistes, bromas y debates serios entre miembros del gabinete y oficiales militares están en exhibición para cualquier persona con acceso a Internet, un dominio de la lengua hebrea y tiempo de sobra.

El entonces primer ministro Levi Eshkol expuso su visión de lo que Israel debería hacer después de la guerra, es decir, ofrecer los Altos del Golán a Siria y la Península del Sinai a Egipto a cambio de un acuerdo de paz. “Queremos tratados de paz y paz, no acuerdos de cesación del fuego, y no estamos interesados en resoluciones temporales.

Los hemos tenido durante 19 años y ya es suficiente para nosotros “, dijo Eshkol. “Dejé claro a las figuras extranjeras, especialmente a Estados Unidos, que no nos moveremos de esta posición, no importan las presiones”, dijo. “Hemos recurrido a la paz. Fuimos a la guerra tres veces para alcanzar los tratados de paz “, terminó.

Haim Moshe Shapira, un ministro religioso y abnegado, entonces interpuso: “No fuimos a la guerra. La guerra pasó”. Eshkol expresó su apoyo a Israel para anexionar la Franja de Gaza y ofrecer a sus residentes plena ciudadanía.

La cuestión de Cisjordania, mientras tanto, fue muy disputada, mucho antes de que el gobierno comenzara a referirse a ella por su nombre bíblico Judea y Samaria y los residentes de la misma comenzaron a llamarse palestinos. Un ministro apoyó la anexión, otros fueron para ofrecer a los residentes una región autónoma y algunos consideraron un sistema de cantones, como en Suiza. Eshkol aconsejó precaución con respecto a la instalación de la zona, señalando que incluso un hombre como Yosef Weiss - un miembro prominente del Fondo Nacional Judío - dijo que no debemos regresar corriendo al Bloque Etzion.

El entonces ministro de Defensa Moshe Dayan habló a favor de establecer un grupo de líderes palestinos que se inclinarían a nuestro favor, enviando a Eshkol a un ataque.
“¡De repente nos hemos convertido en una nación imperial!”, gritó, comparando la propuesta de Dayan con la forma en que Estados Unidos operaba en la Guerra de Vietnam. Las transcripciones recién disponibles también presentan Menajem Beguin haciendo sus recomendaciones sobre qué hacer con el millón de personas que viven en Cisjordania, Beguin pidió a Israel que anexionara toda la zona, pero no ofreciera la ciudadanía a los residentes árabes por un periodo de siete años, citando otros casos de países que se hicieron cargo del territorio.

“Cuando un país anexa un área que hasta entonces no estaba bajo su soberanía, tiene que dar a los residentes un cierto periodo de transferencia para decidir la opción de quedarse y tomar la ciudadanía del país anexo o preferir salir y conservar su ciudadanía anterior “, dijo Beguin a sus compañeros ministros.

El famoso diplomático y entonces ministro de Relaciones Exteriores, Abba Eban, advirtió que estaban sentados en un barril de pólvora frente a los palestinos.

“Tenemos dos poblaciones, una con los derechos civiles completos y la otra sin los derechos. Esta es una imagen que es difícil de defender, incluso en el telón de fondo especial que es la historia judía “, dijo Eban, comparando la situación con la de Argelia cuando los franceses gobernaron el país. “El mundo simpatizará con el movimiento de liberación del millón y medio que está rodeado por las varias decenas de millones”, agregó. El ingenio del primer ministro Eshkol también es claramente evidente en las transcripciones. Cuando entonces el ministro de Trabajo Yigal Allon, que adoptó un enfoque de línea dura a la Ribera Occidental, dijo a los ministros: “Quiero defender mi posición contra aquellos que no estuvieron aquí esta mañana”, Eshkol lo interrumpió y bromeó: “Todavía no has oído que se opongan”. También hay otros momentos divertidos.

Fuente: The Times of Israel, mayo 18, 2017.