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El Quinto Mandamiento

Centro Deportivo Israelita, A.C.

//Julieta Algazi y Salvador Sassón*

El quinto mandamiento, Honrarás a tu padre y a tu madre, no está suficientemente difundido ni explicado. Se habla mucho de observar Shabat y de comer Kashrut, pero el Honrar a los padres no es mencionado con suficiente énfasis en su importancia.

Vivimos una época en la cual, el concepto de familia está en proceso de cambio. De un cambio que de seguir, va a desintegrar a la familia como la hemos conocido por generaciones, dando su lugar a otra forma que no es favorable para la humanidad en general.

Los grandes corporativos y las embajadas, mantienen a la gente viajando de un país a otro, con estancias de dos a cuatro años máximo, la idea es que los empleados no echen raíces en ningún lugar que no sea el grupo que los contrata, y cuando llegan a una edad en la que no les son útiles, simplemente los desechan con supuestas pensiones que les dan una vida miserable, principalmente una vida solitaria, porque las raíces familiares se destruyeron al pasar de los años.

En las familias que supuestamente se conservan unidas viviendo en la misma zona, el enemigo es otro, la frecuencia de los divorcios, la alienación parental, que consiste en que uno de los miembros de la pareja influye en los hijos de tal forma que estos rompen relaciones con el otro miembro de la pareja de quien se aíslan y en muchos casos abandonan.

Entre los jóvenes, aparte del divorcio de los padres y la inestabilidad que esto ocasiona en sus vidas, aparecen otros factores, nefastos, las drogas, el alcohol, el libertinaje sexual, que ahora son muy comunes entre la juventud, y que les están causando problemas muy graves, y los padres no saben qué hacer para protegerlos y encaminarlos por senderos adecuados para un sano desarrollo.

Las autoridades tampoco ayudan mucho. Los derechos de los niños fueron diseñados sin limitaciones de ningún tipo. A los niños les enseñan sus derechos, pero no les enseñan sus obligaciones, por ejemplo yo padre, tengo que mandarte a la escuela, tu hijo debes estudiar y tener una buena conducta que te permita aprovechar la oportunidad que te estoy dando. Muchísimas personas me han comentado que cuando intentan disciplinar a sus hijos, los hijos se oponen argumentando que los van a acusar con las autoridades por no respetar sus derechos.

Otro enemigo surgió cuando a alguien se le ocurrió la absurda idea de que los padres y los hijos deben ser amigos, a un amigo no le corresponde ni preparar al niño para defenderse en la vida, ni le interesa si le va bien o no, los amigos solo quieren pasar el rato. Los padres, no pueden ser amigos, porque su función es educar, y los resultados en la vida del niño sí son su responsabilidad.

El quinto mandamiento les da a los padres las herramientas que necesitan para influir en la vida de sus hijos. Adonay comprende que a veces las relaciones entre padres e hijos son difíciles, por eso no dice Amarás a tu padre y a tu madre, dice Honrarás lo cual significa respeto. El quinto mandamiento no permite la alienación parental, el padre y la madre son igual de importantes en la vida del hijo, por eso en Éxodo dice, Honrarás a tu padre y a tu madre y en Levítico dice Honrarás a tu madre y a tu padre. De esta forma, establece que ambos son igual de importantes y merecen el mismo respeto.

Los hijos pueden no entender las diferencias entre padre y madre, por lo que no deben involucrarse cuando están resolviendo algún problema entre ellos. Mucho menos deben ser usados por alguno de los padres para castigar al otro. Porque el respeto debe ser recíproco, el hijo respeta al padre y el padre respeta al hijo, y no lo involucra en temas que no les corresponden.

Los hijos pueden no estar de acuerdo con la forma en que sus padres actúan, formas que en muchas ocasiones pueden ser inadecuadas, pero deben respetarlos a pesar de eso, porque los hijos lo único que pueden hacer es aprender de los errores y los aciertos de los padres, y de esa forma, aprender a conducirse en la vida.

Cuando los hijos honran a sus padres, bajo cualquier circunstancia, la vida tiene una estructura, no perfecta, porque perfecto solo D-os. Pero sí equilibrada.
El respeto a los padres une a los hijos, une a la familia, y una familia unida es indestructible. Solo una familia unida puede enfrentar los retos que la vida nos presenta, que son muchos y constantes.

Hay que reforzar la enseñanza del quinto mandamiento, porque como los otros nueve está lleno de una sabiduría que nos protege en cualquier circunstancia de la vida. ¿Por qué no ponerle más atención? ¿Por qué no enseñar a los niños desde pequeños? ¿Por qué no aplicarlo en nuestras vidas? ¿Por qué no reforzar su aplicación en la Comunidad? En la misma forma que se enfatiza el Shabat y la Kashrut, es tanto o más importante que esos aspectos de nuestra religión.
Sin familia unida no somos nadie, y cualquiera nos puede hacer daño.

*Artículo enviado por nuestros Socios de la Casa de Todos.