Ese mismo año, Miguel publicó un artículo llamado Hanoar Hatzioni en el suplemento de La voz sionista, publicada el 31 de diciembre de 1948, mismo que nos refleja los objetivos que se tenían en un principio al crear la Tnuá, y los dilemas con los que se enfrentaba con la Comunidad.
“Surge entonces esta pregunta: ¿sienten ustedes también la necesidad, al igual que estos jóvenes, de brindar en alguna forma su ayuda a Medinat Israel? Sé que muchos de ustedes todavía no están preparados para esta clase de lucha. Esto me recuerda las palabras de uno de los fundadores del sionismo teórico, Ajad Haam: “Primero hay que echar fuera el Galut de los judíos y después a los judíos del Galut”, y ustedes tienen que empezar por liberarse de la influencia del Galut, y esto se puede realizar mediante un sistemático trabajo de educación sionista y hebrea, bajo el cual un joven queda unido a su pueblo, a su patria, a su idioma. Para que un joven pueda llevar a cabo esta clase de trabajo, tiene que pertenecer a una organización cuya ideología se identifique con un movimiento mundial o con algún partido, cuya meta final sea Israel.” (Fragmento extraído de La necesidad de pasar del sionismo pasivo al activo, por Miguel Eisenstadt.)
Los primeros años en México no fueron fáciles, ya que existía una fuerte oposición por parte de la Comunidad en contra del Hanoar por las siguientes razones:
Los majanot y tiulim.
La sencillez en la forma de vestir y actuar.
El “peligroso” ideal de la Aliá.
Eran elementos que la Comunidad criticaba y nombraba como rebeldía social. Asimismo, existía una crítica constante por parte de los demás movimientos, ya que a pesar de que Hanoar Hatzioni interactuaba con otras tnuot en eventos comunitarios, intertnuot, entre otras cosas, existían muchas diferencias ideológicas. Las demás tnuot los acusaban de tibieza e indefinición, ya que nuestra ideología es centralista y pluralista.
El testimonio de la javera Jaya Albert nos expresa lo que se sentía en el ken en los inicios de Hanoar Hatzioni México: “Vivo en dos mundos: el mundo de la escuela, que no me gusta, no embono, y el mundo de Hanoar Hatzioni en el que me siento cómoda, líder, una chava abierta, y puedo decir lo que pienso, y no me tengo que privar de mis pensamientos.”
A pesar de todo, hasta el día de hoy y después de haber estado en cuatro keinim, Hanoar Hatzioni es una Tnuá fuerte y valiente, como dice nuestro lema: Jazak Ve´Ematz. Hoy en día en Hanoar Hatzioni México hemos logrado superar un sinfín de expectativas, hemos implementado nuevos sistemas educativos, hemos aplicado planes de reestructuración organizacional, y hemos dado todo nuestro esfuerzo por mejorar cada día, logrando ser una de las tnuot más grandes de la Comunidad, aportando nuestro granito de arena para educar a los jóvenes que son el presente y el futuro del cambio.
