Hace unos días, Carole Cadwalladr denunció en un artículo en el medio The Guardian que el primer resultado de búsqueda que Google arrojaba sobre el Holocausto decía que este hecho no había existido. En concreto, el gigante de Internet mostraba una página web neonazi llamada Stormfront, cuyo artículo se titulaba Las diez razones principales por las que el Holocausto no ocurrió.
Tal fue el revuelo que Google ha decidido modificar su algoritmo para que ese resultado no aparezca, a pesar de que el contenido no fue eliminado, sino que el artículo de Stormfront simplemente desapareció de la primera página de resultados. Search Engine Land afirma que aparece en la mitad de la segunda página.
“Google se basa en ofrecer resultados de alta calidad y autoridad”, explicó un empleado de la compañía. “Nos esforzamos por dar a los usuarios una amplia variedad de contenidos de diversas fuentes y estamos comprometidos con el principio de una web libre y abierta. Juzgar qué páginas de la web responden mejor a una consulta es un problema difícil y no siempre lo hacemos bien”, añadió.
Según relata, en casos de este estilo, Google lleva a cabo un sistema automático. “Recientemente hemos hecho mejoras en nuestro algoritmo. Seguiremos cambiándolos con el tiempo para abordar estos desafíos”, concluye.
Cada vez más, las empresas de tecnología se enfrentan a críticas por perpetuar noticias falsas. Los dos gigantes de Internet, Facebook y Google, se tomaron el asunto en serio y se han comprometido a solucionarlo. Según denuncias, ambos sitios fueron acusados de difundir noticias falsas que habrían impulsado la victoria de Donald Trump frente a su contrincante demócrata, Hillary Clinton, en las elecciones de Estados Unidos.
