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Hombro con hombro en las buenas y en las malas

Centro Deportivo Israelita, A.C.

//Jonathan Peled, Excmo. Embajador de Israel en México

El mes de septiembre último ha sido un ejemplo de la fuerza que tienen la sociedad mexicana y su gobierno para enfrentar un gran reto. En un marco de fuertes desafíos, México ha vivido, a su vez, la experiencia de una gran solidaridad proveniente de varias naciones amigas en el mundo.

El Estado de Israel ha sido una de ellas

Su presencia y apoyo forman parte de los sólidos nexos entre ambos países, que se han visto fortalecidos por la primera visita a México de un Primer Ministro israelí en funciones. En este viaje histórico que el Primer Ministro Benjamin Netanyahu realizó entre el 15 y el 17 de septiembre, llegó acompañado por una importante delegación empresarial. Esta breve, pero intensa y exitosa gira posibilitó un importante diálogo con el presidente Enrique Peña Nieto y el gobierno mexicano, expresando una vez más la amistad y solidez de la relación entre México e Israel, al tiempo que se destacó el futuro común de los dos países.

Durante su estadía se firmaron tres acuerdos importantes de cooperación, y se acordó incrementar la relación bilateral entre ambos países en áreas de comercio (actualizar el TLC entre los países) en el área de seguridad cibernética y en transferencia de tecnología. La visita fue una oportunidad, también, para apreciar el apoyo mutuo durante los 65 años de relaciones diplomáticas, así como para agradecer a la Comunidad Judía de México su contribución a esta notable relación.

En septiembre devino un escenario difícil

Apenas cuatro días después de esta visita, el 19 de septiembre, un fuerte sismo sacudió al país. Este le sucedió a uno primero, que tuvo lugar el 7 de septiembre (después de lo cual, Israel mandó a Oaxaca ayuda humanitaria). Exactamente como hace 32 años, después de aquel gran terremoto de 1985, Israel respondió de inmediato y, a unas horas del dramático evento, envió un avión especial con una brigada de rescatistas. En esta ocasión, a menos de 48 horas después del sismo, llegaron a México 71 ingenieros, rescatistas y expertos para brindar su apoyo en la compleja tarea de salvar vidas de entre los escombros. La fuerza israelí fue asignada a dos sitios principales en la Ciudad de México: uno en Álvaro Obregón 286 y el otro en Tlalpan, donde durante siete días y noches trabajaron hombro con hombro con los equipos locales de México y con otros equipos internacionales. Además, un grupo de doce ingenieros se abocó a revisar y evaluar más de 200 edificios públicos y privados en la ciudad para poder habilitarlos de nuevo.

Cabe destacar, que la brigada israelí fue recibida con gran amor y simpatía en la ciudad; se sintió muy emocionada al trabajar con sus hermanos mexicanos y de ser acompañada con tanto cariño. Más allá de la asistencia brindada, los expertos israelíes lograron establecer una muy importante cooperación con las autoridades competentes de México, y compartir experiencias y tecnología que servirán en el futuro a ambos países.

La sociedad mexicana ha mostrado durante este periodo mucha fuerza y solidaridad, expresada de un modo ejemplar en una movilización y presencia inigualables, lo cual nos impactó, tanto a mí, como a la brigada de rescatistas israelíes. Frente a una crisis natural, la respuesta humana y social fue contundente.
Todos salimos fortalecidos de esta situación

Expresamos nuestras sinceras condolencias al pueblo de México por las pérdidas en este terremoto y, a la vez, reiteramos nuestro compromiso de seguir trabajando con este gran país amigo, hombro con hombro, en las buenas y en las malas.

Fuerza México.
Fuente: Excélsior, 10 de septiembre de 2017.