Mi Cuenta CDI

La deuda pública en México

Centro Deportivo Israelita, A.C.

//Enrique Presburger

Finalmente se publicaron los resultados de uno de los estudios más importantes realizados sobre la deuda pública en México, elaborado por la Auditoría Superior de la Federación (ASF). La conclusión es clara: hemos alcanzado en México un nivel de deuda insostenible y riesgosa que podría inclusive desestabilizar al país de forma estructural e irreversible.

El sexenio del récord de endeudamiento: los pasivos gubernamentales, en la teoría, solo deben existir para financiar el gasto público que los impuestos no alcanzan a cubrir. La deuda con Fox representaba el 19 por ciento del PIB, número estable que se mantuvo con Calderón en límites de 23 por ciento. Peña Nieto a más que duplicado dicha cifra, y hoy el endeudamiento se acerca al 52 por ciento del PIB. Evidentemente, este aumento exponencial del gasto hace que el gobierno tenga el gasto más alto en pago de intereses de su historia: cerca de $400 mil millones de pesos al año. El incremento de los pasivos no se ha traducido en crecimiento económico, que se ha posicionado por debajo de la inflación durante todo el sexenio. Los mexicanos así perdemos poder adquisitivo cada año.

Primera vez que tenemos un gobierno con déficit primario: el déficit primario se calcula al eliminar de forma teórica la deuda como componente del ingreso nacional. Obtenemos así un índice, que nos indica si el balance egresos-ingresos de la federación está equilibrado. El índice alcanzó un 1.15 en promedio de 2014 a 2016, lo que nos indica que, aún sin deuda, el gobierno gasta 15 por ciento más de lo que recibe en impuestos. El hoyo así se hace más grande, y por eso la deuda sigue creciendo y alcanzando una ‘posición fiscal insostenible’.

La fuga de capitales: el escenario de alto endeudamiento progresivo del país, ha hecho que la confianza internacional se empiece a perder (mucho tiempo esta confianza fue nuestro principal argumento de estabilidad). En 2016, inversionistas no residentes deshicieron sus posiciones en valores gubernamentales por 1 477 millones de dólares, un 100 por ciento más que en 2015. Asimismo, México realizó la más grande transferencia neta de recursos al exterior para cubrir el pago de intereses de la deuda contratada por el gobierno y el sector privado, correspondiente a 25 968 millones de dólares. Por último, Moodys rebajó la calificación de deuda mexicana hacia una ‘perspectiva negativa’. La subida de las tasas de interés ha intentado retener capital extranjero sin mucho éxito, con el efecto colateral de encarecer el costo del crédito para los mexicanos e inhibir la inversión productiva.

La ASF concluye fríamente con un comentario desolador sobre la estrategia financiera que ha tenido un efecto desastroso en México: “El crecimiento económico y los ingresos públicos no han sido suficientes para compensar el crecimiento de la deuda pública, que se encuentra fuera del rango de sostenibilidad; a lo que se suma la volatilidad de los mercados internacionales, la aversión al riesgo y la salida de capitales de los países emergentes”.

Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.

Las mujeres en México

El milagro de las remesas

¿Y qué pasará entonces en 2017?