Mi Cuenta CDI

Más asuntos patrimoniales y de salud

Centro Deportivo Israelita, A.C.

//Salo Grabinsky

Será que nos estamos haciendo viejos, como le pasa a todo el mundo, pero las noticias relacionadas con la tercera edad, la transmisión de patrimonios, y la seguridad necesaria para evitar trastornos por enfermedades y cuidados especiales, me son especialmente importantes.

La vida hay que gozarla al máximo, hacer el bien, y asegurar una familia sana y unida, así como en su caso, una sucesión lógica y razonada en el negocio familiar. Sin embargo, no hay que olvidar el buscar mecanismos para no dejar problemas a nuestros seres queridos. El principal documento es el seguro médico, sea de gastos médicos mayores, IMSS o ISSSTE y como otro recurso el seguro popular. Este instrumento va a reducir, si está bien calculado y sus alcances y limitaciones son conocidos y aceptados por los interesados, los gastos que ocasiona una enfermedad o accidente que requiera cuidados especializados y hospitalización, amén de cirugías o tratamientos avanzados y de largo plazo. No puedo menos que urgir a mis amigos lectores, que no escatimen en este seguro para todos sus familiares cercanos. Una enfermedad seria puede descarrilar económicamente a una familia.

Por otro lado, he hecho énfasis constantemente en prever y analizar a fondo los efectos emocionales, de toma de decisiones clave y ,claro está, en la dinámica familiar y el costo que una enfermedad o accidente terminales tienen en los afectados, empezando por el enfermo(a).

Empieza a haber leyes en México, creo que en el Distrito Federal y tal vez otros estados como la “ley de voluntad anticipada”, que en esencia es un documento que yo utilizo con el nombre de “testamento en vida” o en inglés es el “living will” que es legal en Estados Unidos. Es importante poner atención a las cláusulas de ese documento, que nos permite quitarle a nuestros familiares el dolor y falta de razonamiento que nubla la mente en casos extremos como los de un estado vegetativo, o de coma irreversibles y que, a juicio de especialistas y médicos de confianza ya no tiene remedio, y hay que parar el tratamiento y en su caso, desconectar y mantener al enfermo sin dolor para que su fallecimiento sea lo más digno posible.

En otro artículo reciente de El País, nos muestra que en España se ha dado un paso más de esta importante legislación, que al presentarse un caso de enfermedad grave y el paciente esté en su juicio, él(ella) modifique o adicione cláusulas a este “testamento en vida” sobre asuntos tan importantes como si acepta ser entubado o incluso hospitalizado y con otras cirugías, el tipo de tratamiento que ya no desea que le hagan (por sus secuelas e inclusive la poca posibilidad de recuperación a un altísimo costo), o que incluso defina el país o ciudad e institución donde quisiera ser tratado. 

En nuestra desesperación o afán de darle a un ser querido la mayor atención, cariño, y cuidado posibles,  estamos posponiendo innecesariamente el doloroso fin, sobre todo si está ya inconsciente o en coma, a juicio de doctores. Lo peor, es que sabemos que nuestros familiares, estando en su sano juicio, nos pidieron verbalmente que no hagamos esfuerzos heroicos y terribles, sino que respetemos sus deseos y voluntad. Lo malo es que la  naturaleza humana se resiste a aceptar pérdidas de seres cercanos, y se paraliza o incluso bloquea decisiones. Es natural, pero no necesariamente correcto. La clave para este terrible dilema, estaría en instrucciones escritas y con varios testigos de la última voluntad del enfermo, y que se le respeten sus deseos, por dolorosos que sean. 

Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.

www.delverboemprender.com.mx