//Rabino Carlos A. Tapiero Vicedirector General y Director de Educación Unión Mundial Macabi
Queridos amigos: La vida física del Estado de Israel está garantizada: sus más acérrimos enemigos han entendido que no por la fuerza de las armas el Estado de Israel podrá ser abatido. Las guerras de 1948-49 (Liberación), 56 (Sinai), 67 (6 Días), 70 (Desgaste), 73 (Yom Kipur), 82-84 (Líbano), 91 (Golfo), 2006 (Líbano II), las Operaciones en Gaza (2008, 2012, 2014), y dos intifadas (1987-1993, 2000-2005), tuvieron en el pequeño, pero siempre determinado Estado de Israel al permanente vencedor -aunque siempre con un costo tremendo para el país, empezando por la pérdida de más de 23 000 defensores, en su mayoría, jóvenes. Israel, a diferencia de otros países que ganaron y perdieron guerras, no tiene ni tuvo la opción de la derrota, ya que todas las guerras contra el Estado judío fueron expresamente realizadas para acabar con él; para su total destrucción.El objetivo central se mantuvo (la destrucción de Israel), pero la estrategia para lograrlo, cambió -y, por primera vez, Israel está perdiendo batalla tras batalla. No se trata ahora de atacar a Israel con grandes ejércitos, sino con dos armas paralelas: la deslegitimación de Israel en forma absoluta- con el mensaje ponzoñoso que “la creación de Israel fue un error histórico de las Naciones Unidas”-, y la utilización del terror cotidiano como una permanente herramienta para desangrar a Israel; para generar la desesperación y el desasosiego entre sus ciudadanos -racionalizando ese terror en la opinión pública como ‘combatientes por la libertad’, ‘resistencia’, ‘libertadores’.
La otrora Iluminada Europa, cuna de la democracia y de la lucha por las libertades individuales, es ahora receptora y transmisora de la más perversa imagen de Israel, proyectando sobre el único Estado para el pueblo judío (ese que Europa misma asesinó hace poco más de 70 años), sus crímenes más horrendos: si Europa carga con la carga de la Shoá y del nazismo, Israel es ‘un país nazi’; si Europa fue la creadora de las teorías raciales y del racismo, Israel ‘es racista y discriminador’; si Europa estableció el Colonialismo como una de sus fuentes de ingreso más eficientes, instalando la conquista opresora, Israel es ‘colonialista y opresor’; si Europa inventó el Apartheid, Israel es ‘el último Apartheid de Occidente’. Nada mejor que transformar a la víctima en victimario para liberarse de los fantasmas del pasado y de las responsabilidades culposas que tanto pesan.
El Movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones, BDS (con iguales siglas en inglés), es una ‘trampa de bobos’ para algunos hombres y mujeres de buenas intenciones que creen que boicoteando a Israel ‘empujarán a sus líderes a buscar la paz’. En su abrumadora mayoría, el Movimiento BDS es el Hogar, con mayúsculas, de quienes buscan y proclaman la cancelación del ‘error histórico’, el Estado de Israel como tal. Las acciones de deslegitimación son incontables. No obstante, alcanza con un ejemplo para graficar las intenciones de este grupo perverso: la canción que cantan en todas las manifestaciones de BDS o del grupo Estudiantes por la Justicia en Palestina, o SJP (el grupo más virulentamente antisemita de toda la ‘resistencia contra Israel’, instalado en la mayoría de las universidades estadounidenses y europeas): “Desde el río (Jordán) al mar (Mediterráneo), Palestina será libre”. ¿Qué significa esto? Que nosotros, uno de los dos pueblos más milenarios de la Historia, junto con el chino... no tenemos derecho a existir como una nación libre en nuestra tierra ancestral. No hablan de ‘dos Estados para dos Pueblos’, sino de la simple, completa, absoluta destrucción del Estado judío. Toda la tierra histórica de Israel para los palestinos. Todas las naciones del mundo con una patria; para nosotros, los judíos... el retorno a la expulsión.
Nosotros, los líderes Macabeos en todo el mundo... ¿Cuál es nuestra responsabilidad frente a semejante amenaza? En las décadas previas a la creación del Estado de Israel, y durante sus casi 68 años de vida, Macabeos de todo el mundo aportaron y trabajaron por la formación del Estado de Israel, su fortalecimiento, su crecimiento, su desarrollo y su existencia más elemental. Es hora de nutrirse de información y salir, cada uno desde su posición, a iluminar a un mundo que se olvidó del crimen del antisemitismo, del genocidio contra el pueblo judío, de los 18 siglos de persecuciones. Es hora de leer y divulgar a nuestros amigos judíos y gentiles sobre la gran amenaza que se extiende sobre nuestro pequeño gran país, golpeado por la calumnia y el odio que conduce al boicot y al deseo de destrucción última. Nuestro movimiento tiene websites creados específicamente con ese propósito, bajo la responsabilidad de CLAM y su gran equipo de Hasbará (Hatzad Hasheni), y el más nuevo y joven miembro de nuestro BOT, Jonathan Nathusius:
Unidos por Israel - http://unidosxisrael.org/
Hatzad Hasheni (tres websites en uno) - http://hatzadhasheni.com/
Reporte Honesto - http://reportehonesto.com/
La lista es muy vasta, especialmente si se incluyen websites en Inglés.
En el pasado, decíamos “res non verba” - “hechos, no palabras”. Ahora es precisamente el momento de las acciones basadas en la palabra, o en la palabra como acción. El frente de batalla es ahora otro, y, no nos engañemos: no se trata de la legitimidad de Israel como nación, sino la del pueblo judío como tal. Para verlo, lean cómo parte de la Academia, hoy, niega la condición de ‘pueblo’ al pueblo judío -insisto: uno de los dos pueblos milenarios todavía existentes-; los esfuerzos de intelectuales de baja calaña por decir que el pueblo judío se extinguió hace milenios; que somos un invento, una patraña política colonialista... Los brazos del milenario odio antisemita se han multiplicado y han cambiado otra vez su piel, enviando un mensaje que pareciera sofisticado y que es, otra vez más, la racionalización del odio más viejo de Occidente, su enfermedad social más deplorable: el antisemitismo - ahora, postmoderno.
Es hora de levantarnos en la defensa de Israel, en cada ciudad, cada país, cada región en la que habitamos. Es nuestro deber Macabeo.
Que tengamos todos la dicha de ver a nuestro pequeño gran Estado siempre floreciente, creciente, fortificado con nuestra presencia concreta y física, y en paz, con la aceptación por parte de las naciones del mundo del retorno del pueblo judío a Eretz Tsion Viyrushalaim, a la Tierra de Sión y Jerusalem, capital eterna de nuestro pueblo.
Quiera D-os bendecir al Estado de Israel, que marca el inicio de nuestro renacimiento nacional, de nuestro orgullo recuperado, de nuestro futuro cierto como pueblo.
¡Jag Haatzmaut Sameaj!
¡Felices 68 años, Israel!
¡Jazak Ve’Ematz!
Kfar HaMacabiá, Mensaje de Yom Yerushalaim
67 Yom Haatzmaut: Israel y sus nuevos héroes
Sucot: el valor de lo que nos rodea
Mensaje del Departamento de Educación de la UMM para los Yamim Noraím 5775
