Mi Cuenta CDI

Mutación genética que fomenta la longevidad en los hombres

Centro Deportivo Israelita, A.C.

"Ahora, nuestro objetivo es entender totalmente el mecanismo de la mutación que encontramos, para que podamos implementarlo y permitir la longevidad, manteniendo también la calidad de vida”, dice el profesor Gil Atzmon de la Universidad de Haifa, quien encabezó el estudio. 

Los investigadores han encontrado una mutación en el gen receptor de la hormona del crecimiento que promueve la longevidad, aumentando la esperanza de vida de los hombres por un promedio de diez años. Este hallazgo surgió de un nuevo estudio dirigido por el prof. Gil Atzmon, de la Universidad de Haifa: “Ya sabíamos que las variantes involucradas con los caminos genéticos relacionados con la hormona del crecimiento también están asociadas con la longevidad. Ahora hemos encontrado una variante específica cuya presencia o ausencia está directamente conectada a ella”.

El profesor Atzmon, jefe del Laboratorio de Genética y Epigenética del Envejecimiento y la Longevidad de la Universidad de Haifa, y otros colegas de la Escuela de Medicina Albert Einstein, ya han encontrado que la disfunción en los caminos biológicos asociados con la hormona del crecimiento y con el factor de crecimiento insulínico tipo 1(IGF-1) contribuyen a la longevidad. Hasta ahora, sin embargo, estos caminos fueron probados en el laboratorio, y pocos mecanismos responsables de este proceso habían sido identificados en el cuerpo humano.

En el presente estudio, publicado en la revista Science Advances (Avances Científicos, en español) del Grupo Science, los investigadores identificaron por primera vez una variación genética que modifica la función de la hormona del crecimiento y estimula la longevidad en los hombres. La población de investigación inicial (establecida por el profesor Nir Barzilai, de la Escuela de Medicina Albert Einstein) incluyó a 102 hombres estadounidenses judíos, de cien años de edad. Los resultados fueron comparados con tres poblaciones adicionales de personas de cien años de todo el mundo. En todos los grupos, se encontró que la eliminación del exón tres del gen receptor de la hormona del crecimiento era significativamente más común entre los hombres (y no entre las mujeres) a la edad de cien años, en comparación con el grupo de control de los setenta años de edad. En promedio, las personas nacidas con esta variación vivieron diez años más que los que no la tenían. Según el profesor Atzmon, esta variación no es ciertamente la única razón de la longevidad, y muchos de los participantes en el estudio sobrevivieron más allá de los cien años sin esta variación. Sin embargo, la presencia de la variante aseguró la longevidad con certeza virtual.

La examinación de la acción de la variación mostró que tiene un impacto inusual. En la naturaleza, las cepas más bajas de la misma especie suelen vivir más tiempo. Por ejemplo, los ponis viven más tiempo que los caballos, las razas más pequeñas de perros viven más que los más grandes, y el mismo fenómeno ocurre entre varios roedores e insectos. En este caso, la variación en el receptor permitió que las células absorbieran menos la hormona del crecimiento, sin embargo, cuando la hormona absorbió la proteína, la expresión fue varias veces más grande. El resultado: las personas nacidas con la mutación, las cuales vivieron alrededor de diez años más que otros, también fueron aproximadamente tres centímetros más altas que las personas que nacieron sin el receptor.

“Este estudio envuelve bien la conexión entre la función de la hormona del crecimiento y la longevidad. Ahora, nuestro objetivo es realmente entender el mecanismo de la variación que encontramos, para que podamos implementarlo y permitir la longevidad, manteniendo también la calidad de vida”, concluyó el prof. Atzmon.

Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.
Twitter: @unihaifamx