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Nueva tecnología impide desarrollo de cicatrices por quemaduras

Centro Deportivo Israelita, A.C.

Investigadores de las universidades de Tel Aviv y de Harvard desarrollan un método para controlar la proliferación de células que producen cicatrices.

Un grupo de investigadores de la Universidad de Tel Aviv y de la Universidad de Harvard diseñó un nuevo método no invasivo que impide la formación de cicatrices provocadas por la proliferación de células de colágeno. Se valen de campos eléctricos breves y por pulsaciones que impiden la formación de cicatrices hipertróficas relacionadas con quemaduras, esto es, tejido levantado causado por cantidades excesivas de colágeno.

La investigación de este estudio fue dirigida por el doctor Alexander Goldberg, de la Escuela de Estudios Ambientales de la UTA, junto con el doctor Martín Yarmush, del Centro de Ingeniería para la Medicina del Hospital General de Massachusetts, la Escuela de Medicina de Harvard y el Hospital Shriners Burns de Boston. El estudio fue publicado recientemente en el Journal of Investigative Dermatology.

El 10 por ciento de las muertes causadas por heridas no intencionales, es el resultado de quemaduras relacionadas con el fuego de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud. Sin embargo, incluso para aquellos que sobreviven a la destrucción de las células de la piel y del tejido, el camino de la recuperación nunca se termina. Las cicatrices que quedan después de una quemadura plantean desafíos sociales, psicológicos y físicos de por vida.

Aliviar el sufrimiento permanente 

“La gente no se muere por las cicatrices, sino que sufre a causa de ellas”, señala el doctor Goldberg. “Creemos que la tecnología que hemos desarrollado, denominada Electroporación Irreversible Parcial (EIP), se puede emplear para impedir la formación de cicatrices debilitantes provocadas por quemaduras”.

La técnica no invasiva de la EIP emplea campos eléctricos no termales de alto voltaje con pulsaciones de microsegundos para controlar la respuesta natural del cuerpo ante el trauma: la proliferación de células de colágeno que provocan cicatrices permanentes en el lugar de la herida. La técnica destruye de manera parcial las células en la herida mediante campos eléctricos de pulsaciones breves, que les provocan daños irreversibles a las células de colágeno. Con todo, los investigadores tuvieron que encontrar un equilibrio justo de forma que la técnica no creara una nueva herida o «curara en forma excesiva» la herida existente, dado que la cicatrización es la forma natural de que dispone el cuerpo para sanar.

Los investigadores trataron en ratas las heridas causadas por quemaduras en cinco sesiones de terapia durante seis meses, y después las analizaron aplicando una técnica de imagen desarrollada por los doctores del grupo de Martín Villiger y Brett Bouma, del Centro de Fotomedicina Wellman del Hospital General de Massachusetts. Los investigadores encontraron una reducción del 57.9 por ciento del área de la cicatriz en comparación con heridas sin tratar.

El paso siguiente: Estudios Clínicos en humanos

El doctor Goldberg explica las ventajas de este método:  “Durante años se empleó la extirpación quirúrgica, la irradiación con corriente de electrones, el vendaje de compresión mecánica, la aplicación de láminas de silicona y otras técnicas, pero se dieron tan solo avances modestos en los resultados de curación en todos estos tratamientos. La cicatrización es un proceso muy complejo, que involucra la inflamación y la cicatrización. Descubrimos la forma de impedir de manera parcial la formación de cicatrices en modelos animales. El próximo paso consiste en conseguir fondos para desarrollar un dispositivo para el estudio clínico en seres humanos”.
El estudio contó con el apoyo de la Fundación Shriners, que patrocina la investigación de quemaduras pediátricas.