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¿Qué le corresponde a México bajo el Acuerdo de París?

Centro Deportivo Israelita, A.C.

//Jaya Anderman

En diciembre de 2015, se logró por primera vez que 195 países acordaran trabajar en una causa en común para mantener el aumento de la temperatura global en menos de dos grados centígrados por arriba de niveles preindustriales. Esto se logró a través de la firma del Acuerdo de París, que tiene como objetivo central fortalecer las acciones globales para la mitigación y la adaptación del cambio climático. En este marco internacional, se necesita atraer flujos de financiamiento apropiados, aplicar nuevas tecnologías e incentivar la capacidad de acción de países desarrollados y en vías de desarrollo. El acuerdo requiriere que todos los países miembros constituyan sus mejores esfuerzos a través de Contribuciones Previstas y Determinadas a Nivel Nacional (INDC), para cumplir con el objetivo global de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).

Los GEI están directamente relacionados con la temperatura media mundial del planeta y son esenciales para la vida en la Tierra, ya que impiden entre otras cosas que parte del claro del sol sea reflejado de vuelta al espacio, pero es una cuestión de escala. A medida que crece la población, también lo hace el nivel acumulativo de emisiones de GEI. El gas de efecto invernadero más abundante es el dióxido de carbono (CO2), que se genera al quemar combustibles fósiles. Hoy por hoy el carbón, el petróleo y el gas natural mueven las economías del mundo, y casi todas las actividades humanas modernas generan dióxido de carbono. Eso hace que el cambioclimático sea sumamente complejo y esté vinculado a otros problemas complicados como la pobreza, el desarrollo económico y el crecimiento de la población.

A pesar del gran número de INDC que se han presentado a nivel mundial, el aumento medio de la temperatura global resultante de su aplicación todavía se espera que alcance los 2.7 ° C (Climate Action Tracker, 2015), quedando por debajo de la meta de mantener el calentamiento de 2°C o menos. Sin embargo, si seguimos con la dirección que estamos tomando en la actualidad, y no abordamos ninguna acción hacia el cambio climático, las temperaturas globales aumentarían 4 ° C en el año 2100. Este escenario sería catastrófico y provocaría frecuentes e intensas sequías, inundaciones y tormentas que afectarán a toda la población (UNFCCC, 2014). Esto podría costar a la economía más de $150 mil millones de dólares al año (Banco Mundial, 2016). El Acuerdo de París está diseñado para que los países trabajen gradualmente en alcanzar sus objetivos al tener un periodo de revisión de sus INDC cada cinco años. Los planes nacionales serán más ambiciosos, y los sectores tanto público como privado tendrán un gran papel para mover a los diferentes sectores de la economía en alcanzar dichos objetivos.

México se coloca en el lugar número trece de los países con mayores volúmenes de emisiones (IEA, 2014), de las cuales la mayor contribución se debe al sector transporte (26 por ciento), seguido por la generación eléctrica (19 por ciento) y la industria (17 por ciento) (INEGI 2013). México fue el primer país en desarrollo en presentar sus INDC y ha asumido el compromiso internacional no condicionado para realizar acciones de mitigación, que tengan como resultado la reducción del 22 por ciento de sus emisiones de GEI para el año 2030. La ruta de mitigación pretende metas para distintos sectores, para el sector energético e industrial la meta es generar el 35 por ciento de energía limpia en el 2024 y 43 por ciento al 2030. La energía limpia incluye fuentes renovables, la cogeneración eficiente con gas natural, y termoeléctricas con captura de CO2. También se pretende sustituir en la industria nacional los combustibles pesados por gas natural, energías y biomasa, así como reducir en 25 por ciento las fugas y quemas controladas de metano. Para el sector del transporte se ha planteado modernizar el parque vehicular, reducir la importación de automóviles usados e impulsar el transporte multimodal de carga y pasajeros. En el sector urbano se requiere promover la construcción de edificaciones verdes y la transformación hacia ciudades sustentables, con eficiencia energética y bajo carbono. Por último, en el sector forestal y agropecuario se busca alcanzar en el 2030 la tasa cero de deforestación y estimular la agricultura sustentable.

Con estas líneas de acción, el país se coloca en principio, al nivel para cumplir su compromiso dentro del acuerdo internacional. Estos cambios moverán gran parte de la economía del país transformando nuestro estilo de vida para los siguientes años.

Para que este plan sea exitoso, se necesitan tener acciones escalonadas hacia los diferentes niveles de gobierno, y establecer las instituciones y la regulación para que las INDC estén bajo un marco legal robusto. El Acuerdo de París ayudará a los países miembros a tener objetivos concretos en el corto plazo para tener resultados positivos, que no amenacen la estabilidad global en el largo plazo.