//Salo Grabinsky

De todas las asociaciones que tiene un ser humano con otros, la convivencia con sus hermanos es la más duradera, afirma un artículo de la revista Family Business. Sobre todo si, después de estar junta toda la infancia y adolescencia en la casa materna, existe un negocio de sus padres, y esta relación se extiende probablemente hasta que uno de ellos fallezca.

Tengo el agradable recuerdo de dos hermanos dueños de un laboratorio farmacéutico que trabajaron juntos toda su vida productiva, tomaron la decisión conjunta de retirarse el mismo día de la operación y la siguiente semana continuaron con su rutina de jugar golf todas las tardes hasta el fallecimiento de un hermano. Casi ocho décadas de ser amigos, socios y respetuosos hermanos son un ejemplo a seguir. La lección que nos ofrecen es la de mantener vigentes ciertas reglas básicas, que la revista enumera. Ejemplos:

a.- Un proyecto común, aceptado por ellos y, entendido por sus cónyuges y demás descendientes. No existen dudas mayores y, si se llegan a presentar hay formas de aclararlas con una buena comunicación.

b.- Códigos de ética y conducta muy claros que fijen los valores comunes a seguir. No es solo una filosofía pasajera sino un estilo de vida similar  que rige a los hermanos y sus familias.

c.- Es importante volver a tocar el tema de los Protocolos entre hermanos-socios que, al ser diseñados y puestos en marcha con absoluta libertad rigen las actividades, políticas y otros lineamientos básicos que pueden llegar a ser causa de fricción en cualquier momento. Estas leyes sirven de base para la continuidad del negocio. Por ejemplo:

La forma de manejar los conflictos que seguramente se presentarán, de una manera gradual y ordenada, para resolverlos antes que exploten Regular la entrada y salida de los descendientes directos y otros familiares para que sean claras las reglas y se mantenga el balance entre familias. 

Un acuerdo acerca de la transmisión accionaria en la familia nuclear de cada hermano y evitar situaciones y problemas entre  herederos.

Planes de sucesión, retiro y creación de estructuras de dirección y control, tales como el Consejo de administración

Otros arreglos que permitan la comunicación y acciones conjuntas con bases claras.

Los hermanos que han vivido, gozado, a veces reñido, pero que se tienen una confianza total, se complementan en el negocio, se apoyan mutuamente y a sus padres y otros familiares, van a continuar el sueño compartido y extendérselo a las siguientes generaciones, si estas así lo desean y el ejemplo de ellos se replica en todos sentidos.

Por otro lado, al no tener reglas, una sana comunicación y respeto mutuo, la relación de los hermanos genera incertidumbre y recelos que son peligrosos.

Finalmente, se puede llegar a un acuerdo en caso de que la sociedad se disuelva por diversas razones y que se tenga un plan de compraventa entre hermanos que sea justo, manteniendo la relación afectiva entre las familias.

Aunque tenemos el ejemplo bíblico de Caín y Abel, donde la envidia y otros factores propiciaron el primer conflicto fraterno que terminó en un homicidio, hay múltiples casos de hermanos cuya relación es ejemplar y se traslada a sus descendientes. Se necesita una fuerte dosis de cariño y solidaridad para que esta larga convivencia sea fructífera.

Es cierto, uno puede llegar a vivir muchos años acompañado por sus hermanos-socios y ese lazo debe ser cuidado y mantenido por ambas partes para el bien de todos. 

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