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Sanders es el primer judío en ganar unas primarias presidenciales

Centro Deportivo Israelita, A.C.

//Gregory Krieg

Su victoria el martes pasado por la noche en Nueva Hampshire rompió una barrera tan antigua como la república: el senador de Vermont se convirtió en el primer candidato judío en ganar una contienda a la nominación presidencial.

“Eres judío, pero has dicho que no estás involucrado de forma activa con la religión organizada”, dijo Cooper. “¿Qué le dices a un votante quien... considera la fe como un principio rector en su vida y quiere que ese sea un principio rector para este país?”

“Ese es un principio rector en mi vida, absolutamente, lo es”, respondió Sanders, ofreciendo cierta idea sobre cómo percibe él la relación entre la fe y el gobierno. “No me habría postulado para la presidencia de Estados Unidos si no tuviera fuertes sentimientos religiosos y espirituales”.

Sin embargo, las razones por las que la religión de Sanders no ha recibido más atención van más allá de su propia decisión retórica. También hablan de la evolución en las actitudes hacia los judíos en la sociedad estadounidense.

Sin embargo, los mismos judíos no necesariamente consideran las creencias religiosas como clave para identificarse como judíos.

Cuando invoca sus antecedentes religiosos, Sanders ha tratado de resaltar que es algo que ayudaría al progreso de Estados Unidos. “Voy a ser muy personal aquí si se me permite. Soy judío. La familia de mi padre murió en los campos de concentración”, les dijo a los estudiantes partidarios en Virginia unos días más tarde. “Haré todo lo posible para librar a este país de la fea mancha del racismo que existe desde hace muchos años”.

A pesar de sus diferentes estilos, la suerte tanto de Lieberman —un judío ortodoxo que no trabajaba en sábado— como de Sanders, quien se ciñe más al judaísmo cultural y étnico que se ha convertido en un elemento básico de la cultura popular estadounidense, representan un distanciamiento completo de la era de los clubes y hoteles que prohibían el ingreso a los hombres y mujeres judías, así como también es muy diferente a la época en la que el joven senador de Massachusetts tuvo que dar un discurso tranquilizador a los votantes en relación a que no recibiría órdenes de la Iglesia Católica.

“Afortunadamente, los judíos y el judaísmo son mucho más aceptados como parte de la sociedad estadounidense hoy que hace décadas, en la que se acepta que un judío alcance altos niveles de liderazgo”.

Aún falta ver cómo le irá a Sanders en una contienda de las elecciones generales, donde el centro de atención es más intenso en todos los aspectos de los antecedentes de un candidato y cómo su religión sería percibida por un Partido Republicano que tiende a estar más enfocado en la fe y a ser más receptivos a las referencias cristianas que los demócratas.

“El antisemitismo no es un valor de la mayoría del pueblo estadounidense”, dijo. “Así que si los políticos usan esa estrategia, llevan las de perder”.