Nos describen las terribles condiciones en que vivían en el gueto de Terezín, pero por otro lado, la maravillosa vida artística y cultural que ahí experimentaron. Hasta aquí todo transcurre según la historia conocida, pero esta da un vuelco cuando a finales de 1943, estos niños son deportados, junto con sus familias, al campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau. Ahí, en medio del peor de los infiernos, vivieron un paraíso... Esta es una historia de vida dentro del infierno que fue Auschwitz.
“Creo que todos aprendimos de Fredy esta suerte de esperanza, de que aún en las situaciones más peligrosas, se puede emerger de la muerte”. Testimonio de Zuzana Ruzickova (sobreviviente).