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Shaare Zedek. Una experiencia inesperada en Israel

Centro Deportivo Israelita, A.C.

//Esther Fasja

Mi esposo Elías y yo tuvimos la fortuna de visitar Israel en estos días, y para mi gran sorpresa, el viaje culminó con una experiencia que atrapó mi corazón y me sorprendió gratamente.

Shaare Zedek Medical Center de Jerusalem, un lugar que desde afuera me cautivó. Cientos de personas de distintas religiones estaban circulando desde la entrada hasta sus pasillos. El policía nos recibió con amabilidad y nos asistió. Gente del hospital vinieron por nosotros y con un gran recibimiento, con tanta alegría y orgullo, nos llevaron a una visita guiada donde nos compartieron la gran historia del hospital.

Un hospital que nos dejó verdaderamente impresionados, no simplemente por sus hermosas instalaciones, sino por su filosofía, su forma de trabajo, su pensamiento holístico, su misión y visión integral y humanizada; observando con lupa los detalles y necesidades en cada sección del hospital, y así poder dar una mejor atención y servicio al paciente. Un hospital de seres humanos, sonrisas, servicio y hermandad...

Visitamos la Unidad de Cuidados Intensivos Prenatales y el Hospital Infantil... ¡wow! cada paso que dábamos nos sorprendía, y veíamos plasmado lo que nos habían platicado algún día otras personas, y la historia que ese día nos platicaron con tanto entusiasmo las personas que nos recibieron.

El cuidado en cada espacio nos hizo imaginar cómo grandes especialistas como pedagogos, filósofos, doctores, psicólogos, decoradores y arquitectos se reunieron para planear cada espacio, para visualizarlo desde un ojo clínico y una sensibilidad extrema a los cuidados del ser y del alma.

En la Unidad de Cuidados Intensivos Prenatales, donde están los bebés prematuros, las salas son enormes, iluminadas y agradables; son los cuidados intensivos de alrededor de 70 bebés, con una cantidad impresionante de doctores a su servicio, padres y abuelos visitando y acompañando, algunos con su mano tocando al bebé, otros simplemente observando y algunos otros rezando, cada quién en su idioma.

El siguiente momento: el Hospital Infantil, que desde que salimos del elevador notamos claramente el área de niños con una señalización extremadamente perfecta, en donde el paciente (el niño o niña) desde que llega es tratado con cuidado e independencia para que con las distintas líneas de colores pintadas en el piso, puedan saber a qué área dirigirse. Sentíamos que estábamos entrando a una escuela del nuevo mundo. A un lugar en donde cuidan cada detalle en el área física, cognoscitiva, pero sobre todo, en el área emocional y humana. Observamos niños enfermos fuera de sus cuartos distribuidos por las áreas hermosas, amplias y coloridas; espacios para jugar y construir, para leer e innovar, donde hay animales y mascotas para que puedan cuidarlos, acompañarlos y darles de comer. Niños con distintos aparatos, sillas o suero… Pero con una sonrisa... Nuestros corazones estaban llenos de alegría, a la vez sintiendo el orgullo de ser judíos, el privilegio de estar en Israel, y por visitar Shaare Zedek... Comprender ahora más que nunca, la importancia de la labor del grupo de personas que están apoyando al hospital en México para que continúe su crecimiento, y el mundo entero se beneficie de sus investigaciones y avances en la medicina y nuevos aparatos... Nuestra admiración por el hospital seguía… Un hospital que antes que nada cuida la salud emocional y procura a los niños; que previo a su construcción pensó en todo lo que podría ayudar a un niño a distraerlo de su enfermedad, tristeza o desesperación... Que los detalles y el cuidado para realizarlo estaban plasmados en cada uno de sus rincones y paredes.

Culminamos la visita con las áreas de estudio, biblioteca, investigación, salón de música, sensorial, arte... Todo de primera calidad, abundante y con una riqueza y elección exquisita.

Evidentemente, el equipo humano es de alta calidad, jóvenes orgullosos con alta sensibilidad. Una sonrisa nos recibe y acoge. La calidez y armonía se siente en cada médico y enfermera que trabaja y colabora en el hospital.

Realmente mis palabras se quedan muy cortas. Lo único que puedo decir ahora: bendigo por esta oportunidad y a mi esposo por su labor como Presidente de Amigos Shaare Zedek México.

Gracias al equipo maravilloso de Shaare Zedek Medical Center por su hospitalidad y recibimiento. Agradecemos a todas aquellas personas que están detrás de este gran proyecto, por seguir creciendo y ser un ejemplo y ayuda a la investigación para la salud y bienestar... Eso afecta y cambia al mundo...
Gracias siempre Israel por ser líder mundial en tantos y tantos campos de desarrollo.