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Viaje a Estambul

Centro Deportivo Israelita, A.C.

//Ricardo Gitlin

Un grupo de voluntarios del Comité Ejecutivo tuvimos la gran oportunidad de viajar a la ciudad de Estambul. El motivo principal era conocer la comunidad judía de esa ciudad y sus instituciones.

Estambul es la ciudad más poblada de Turquía. Su población es de alrededor de doce millones de personas. Esta maravillosa ciudad es la única en el mundo por unir dos continentes, (Asia y Europa) divididos por el río Bósforo. El café turco o el té forman parte del rito hospitalario turco.

El último barrio judío del Imperio Otomano se encontraba en Gálata, uno de los sitios favoritos de los turistas y extranjeros que viven en la ciudad.

La historia judía en esta área se remonta desde el siglo V cuando el emperador Bizantino comenzó a exiliar a los judíos fuera de los muros de la ciudad hacia Gálata. Los judíos que vivían en ese barrio fueron masacrados en 1204 por los Cruzados. En 1492 debido a la expulsión los judíos de España, llega una importante migración a Turquía, ya que los judíos sabían que podían vivir en paz al lado de los musulmanes. Hoy viven en Estambul alrededor de 18,500 judíos.

En 1890 vivían 500 familias judías en Gálata, es aquí donde comenzamos nuestra primera visita a la sinagoga Neve Shalom. Llama la atención el nivel alto de seguridad con que cuenta esta instalación donde en años pasados sufrió lamentables atentados terroristas, el 6 de septiembre de 1986, tres hombres entraron al templo con granadas y armas de fuego masacrando a 23 personas que se encontraban rezando. El 1 de marzo de 1992, la sinagoga fue atacada de nuevo por dos hombres armados pero el ataque fue detenido por la seguridad del lugar. No hubo ningún daño al edificio ni a la gente rezando dentro. El último ataque terrorista fue el 15 de octubre de 2003, no lesionó a ninguna persona que se encontraba rezando dentro del lugar, pero dos judíos turcos que se encontraban entrando al templo, los guardias de seguridad, un policía y gente en la calle murieron debido a un coche bomba que explotó justo afuera de la sinagoga. A pesar de esto la sinagoga no ha dejado de funcionar y gente sigue yendo a rezar de manera regular.

Existe una fuerte tradición de laicismo en Turquía. El Estado no tiene religión oficial, aunque en los últimos años se está dando un giro hacia el islam. Su constitución reconoce la libertad de culto para los individuos, la sensibilidad religiosa general, son representados a través de partidos conservadores. Turquía prohíbe por ley el uso del hiyab religioso y símbolos religioso-políticos en los edificios públicos, escuelas, y las universidades.

En uno de nuestros paseos por la ciudad por la plaza Taksim presenciamos dos jóvenes manifestándose a favor de la paz y en contra de los atentados recientes ocurridos en la ciudad de Ankara; no pasó ni un minuto cuando supuestos agentes de seguridad armados pero vestidos de civiles se los llevaron a golpes y los subieron agresivamente a una camioneta. No supimos más de ellos.

El guía que nos acompañó durante el viaje, de origen judío, Mois Gabay (31 años), nos platicó que cada vez es más común la represión del gobierno, la libertad de expresión no existe y cualquier acto que atente contra eso es severamente castigado.

El presidente de Turquía, Recep Tayyp Erdogan, es un demócrata conservador, fue primer ministro de Turquía del año 2003 al 2014, siendo en este último donde fue electo presidente del país. La comunidad judía teme que en su mandato se esté radicalizando su postura hacia el islam y promueva un Estado más religioso y antisemita.

En junio de 2010 Israel atacó una flotilla proveniente de Turquía a Gaza con cargamento de armas, esto motivó un enfriamiento en la tradicional relación de cordialidad entre Turquía e Israel.

Visitamos un asilo de ancianos de la comunidad judía y una escuela judía. En el lado asiático, visitamos la sinagoga Caddebostan, donde conocimos a niños recibiendo clases de canto en hebreo y también niños entrenando básquetbol.

Estambul es una ciudad hermosa, tuvimos oportunidad de conocer la mezquita azul, la iglesia de Santa Sofía, el Gran Bazar, hicimos un paseo en barco que salió desde el lado europeo hacia el asiático. Es una ciudad moderna, ordenada y limpia. Se ven en todos lados mezquitas y cinco veces al día se escuchan desde ellas los llamados a los rezos.

Sin duda, este viaje fue una extraordinaria experiencia de mucho aprendizaje y gratitud hacia México, país que recibió a nuestros antepasados y donde hoy gozamos de plena libertad. La vida judía turca es muy similar a la nuestra en México y duele ver como el antisemitismo y la falta de libertad de expresión amenaza la continuidad de la comunidad judía en Turquía.

Destinos: Israel y Turquía

Tom Bling

Después de semanas de planeación, alineación de objetivos, confirmación de fechas, el 31 de octubre partió el último contingente de miembros del Comité Ejecutivo, catorce voluntarios de la Institución, volaron rumbo a Israel, con escala en Madrid al son de quizás… quizás… quizás del compositor cubano Osvaldo Farrés, que a la postre se convertiría en símbolo musical del viaje. Déjenme platicarles que este grupo de voluntarios se unió el día primero de noviembre con diez integrantes que ya habían alcanzado Tierra Santa con algunos días de antelación.

Enormes expectativas, rodeadas de un miedo latente por la ola de atentados a lo largo del territorio israelí, y sobre todo, en la ciudad vieja de Jerusalem. Pero con un gran entusiasmo y dispuestos a aprender y entregar lo mejor de cada uno.

La llegada al Aeropuerto Ben Gurión, con la cálida recepción de Freddy Gershberg y Popi, quien ya estaba en Israel. Nos llevaron directamente al Kfar Hamakabiah y allí se reunió el grupo en pleno, cena y a intentar dormir con el jet lag y la diferencia horaria a cuestas.

El lunes fue un día que inició a la baja con una plática de la situación política israelí, después nos hablaron del lugar de Macabi en Israel y la posición de las instituciones comunitarias en sus respetivos entornos, la tercera del día subía el nivel y nos habló Alberto Spektorowski, mediador en Camp David, y después negociador del proceso de desarme de la ETA en el país Vasco, interesante escuchar de viva voz a un personaje de la historia contemporánea y tener la oportunidad de conocer las circunstancias de estas negociaciones. Acto seguido escuchamos al subdirector de Check Point, una de las más importantes empresas israelíes en el mundo del Hi Tech, su especialidad es el desarrollo de defensa contra el ataque cibernético. Un espacio para comer y salir al IDC Hertliya, primera universidad privada que tiene un alto perfil y cuenta entre sus profesores a Rafi Meinick, quien es experto en temas económicos y creador del índice Meinick, que marca las tendencias de la economía israelí. Para el cierre del día, cenamos con la gente de Macabi Israel en el Kfar y a descansar.

El martes nos trasladamos a Jerusalem y tuvimos una visita a la Knéset, el parlamento de Israel y ahí tuvimos la plática de un parlamentario Haim Yalin y escuchamos el punto de vista de este personaje de la política israelí, miembro del partido Yesh Atid. Después fuimos al Instituto Mendel de liderazgo, en donde el profesor David Dery nos dio una conferencia sobre la importancia de la preparación de los líderes en el mundo.

En la tarde paseamos por Majane Yehuda y en la noche llegamos al hotel Yehuda, sede del encuentro JCC Global, reunión de líderes comunitarios de todo el mundo y esa misma noche, ya con la inercia de los primeros días, con mucho entusiasmo nos integramos a la conferencia inicial El mundo judío en el próximo milenio, por el Dr. Michah Goodman. Al acabar la conferencia a solicitud del presidente del Consejo Ejecutivo nos reunimos para aclarar ideas, realizar una radiografía de lo acontecido hasta ese momento y cargar batería para seguir aprendiendo.

El miércoles tuvimos un desayuno con miembros de comunidades ajenas a la nuestra, India, Rusia, Marruecos, etcétera, a cada uno le tocó un país distinto para interactuar e intentar entender qué problemática y bajo qué circunstancias viven y se desenvuelven las comunidades judías alrededor del mundo. Después un taller interactivo con miembros de otras comunidades, divididos en grupos para realizar un proyecto en conjunto. Por la tarde distintos talleres con mesas de trabajo, cada uno con una problemática distinta de acuerdo a las necesidades de cada comunidad.

Por la noche la obligada visita al Kotel, la emoción de encontrarse ante este ícono del judaísmo mundial, poder dejar un papel con deseos de salud, de suerte en la vida, o simplemente una bendición se potencializa con la unión del grupo, con la fuerza vital después de varios días de convivencia, de integración, un aura que se siente y que logra un momento mágico. Caminando lentamente, saboreando el momento, comentando lo que se está viviendo y sintiendo, llegamos a cenar en el pasaje Mamilla, la comida típica, tabule, humus, tajine, falafel y las risas, las bromas, el convivio se hizo presente, el viaje estaba dando frutos, los objetivos se iban aterrizando. Después nos reunimos con la gente de Macabi Chile con quienes platicamos acerca del reto que representa la Macabiada y, por otro lado, los riesgos inminentes de tener una comunidad palestina con más de 400,000 miembros, la segunda más grande después de la que hay en la franja de Gaza y Cisjordania.

El jueves por la mañana visitamos el IAI, Israel Aerospace Industries, vimos el desarrollo de la tecnología aeroespacial y los avances que hay en la actualidad en la industria aérea y de investigación, muy enriquecedora experiencia, después visitamos a Mobileye, otra empresa de Hi Tech de Israel, dedicada al desarrollo de tecnología de cámaras para el control y manejo vehicular, después nos dirigimos en una lluviosa tarde jerosolimitana al Hansen House, antiguo leprosorio, hoy convertido en un centro de medios artísticos alternativos y desarrollo de tecnología enfocada al arte.

Después nos trasladamos al Museo de Israel en donde nos recibieron con un tour por una de las salas y una cena de clausura, en la misma, Ishie Gitlin, Consejero del CDI y Chairman de JCC Global fue reconocido por su labor al frente de esta organización.

El viernes partimos muy temprano a Estambul, llegar al centro de esta ciudad es como transportarse al mundo de Aladino, grandes palacios, mezquitas monumentales rematadas con gigantescos minaretes dando un paisaje de cuento, una ciudad para ser fotografiada. Nuestro guía Mois Gabay, joven miembro de la comunidad judía de Turquía, de inicio nos llevó al templo Neve Shalom y nos comentó acerca de los atentados en las sinagogas en Turquía y la delicada situación que se vive en este convulso país que a paso acelerado camina hacia una islamización de la vida política y obviamente religiosa, por lo que cada vez más se ve comprometida la vida judía en ese país, como dato hace cien años la comunidad tenía 400,000 miembros, hace 25 tenía 40,000 y hoy hay 18,000. Luego paseamos por la zona Gálata y nos mostró algunos edificios en donde vivieron miembros de la comunidad, en la noche fuimos al asilo comunitario y celebramos un Kabalat Shabat, la cena fue preparada por un grupo de mujeres que hoy se dedican a preparar la comida de los eventos comunitarios.

La mañana del sábado recorrimos el centro histórico de Estambul, vimos el palacio de Topkapi, la mezquita azul y el Hagia Sofia, y en los recorridos nos fuimos percatando de la cantidad de mujeres que van cubiertas ya sea por el hiyab, el chandor o la burka, símbolos inequívocos del crecimiento y el fortalecimiento del islam en la vida turca. Y aún y cuando las dos primeras prendas son de uso cotidiano, en estas la moda y las marcas occidentales están presentes, no así en el uso de la última, que al ser más restrictiva da menos libertad a quienes la portan. Por la tarde visitamos el gran bazar.

Por la noche participamos de la conferencia de apertura de Limud Turquía en la que el periodista del New York Times, Roger Kohen, hizo una exposición de su punto de vista de la situación Palestino-Israelí, después hubo un coctel el cual compartimos con los miembros de la comunidad judía de Estambul.

Llegamos al hotel y Daniel Wulfovich, Presidente del Comité Ejecutivo, preparó una dinámica grupal, la cual buscaba dar un cierre a este extraordinario viaje, a través del diálogo, de la interacción, de la búsqueda de los puntos positivos de cada uno de los miembros que asistieron a la travesía y después de varias horas de trabajo intenso, de tocar fibras sensibles, las conclusiones es que un grupo unido, con objetivos claros, con un buen liderazgo es un activo invaluable para el Deportivo y los resultados serán muy buenos.

El domingo temprano recorrimos el Bósforo y pasamos al lado asiático, visitamos la sinagoga Caddebostan en Göztepe, nuevo barrio judío, misma que está enclavada en el centro comunitario de Estambul. Finalmente, caminamos por los puentes que unen Asia con Europa y cenamos con miembros de la comunidad, para dar por concluida esta maravillosa experiencia, en donde el compromiso institucional se vio fortalecido y nos percatamos de los beneficios de trabajar unidos en una institución sólida enclavada en un país que nos brinda oportunidades, en un ambiente de libertad.

Y alguien me preguntó: “Tom, ya que estuviste viendo esta experiencia de viaje, ¿ahora sí vas a trabajar de voluntario en el Deportivo?”, y lo único que pude contestar fue: “Quizás… quizás… quizás”.