Cuando te encuentres a punto de rezarle a Hashem, reconoce que estás frente al Rey de los reyes, al Creador de todos los seres. Reconócete como parte de la realeza. Llénate de asombro y aprecia la grandeza del momento. Perdónate. Siente que vuelves a nacer y tienes múltiples oportunidades para cumplir tus deseos. Observa-escucha-siente a tu alrededor. Agradece los momentos que Hashem te salvó, y las cosas que las personas que te rodean hicieron por ti, en secreto y no supiste, o los pasaste de largo.
Inyecta fuerza a tu vida. Sé consciente de todo eso con lo que fuiste dotado por D-os. Y de todo aquello que, con Su ayuda, has desarrollado.
A veces un pequeño cambio en tu manera de ver las cosas hace toda la diferencia. A veces los resultados se están gestando, y nuestra corta paciencia nos lleva a pensar que no se darán: solo se requiere fe, tiempo y constancia.
A veces un pequeño cambio en tu manera de ver las cosas hace toda la diferencia. A veces los resultados se están gestando, y nuestra corta paciencia nos lleva a pensar que no se darán: solo se requiere fe, tiempo y constancia.