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¿Por qué el imán hacía los amores imposibles?

Centro Deportivo Israelita, A.C.

//Valeria Villa

La vida sería más simple y apacible si las personas se conformaran con amores predecibles y sin complicaciones. Me refiero a esas relaciones que no significan un reto mayor para la mente, que fluyen sin hacer nada, que no emocionan demasiado, pero que son la promesa de un camino con pocos tropiezos. Estoy pensando en esa mujer o ese hombre que está disponible y que piensa que usted es maravilloso. Que tiene mucho tiempo libre para compartir, que dice que sí a cualquier propuesta suya porque lo único que quiere es tenerle cerca. ¿Cómo podríamos llamarles a esos amores que pasan sin pena ni gloria en la historia del corazón? Quizá ni siquiera son amores. Puede que solo una cura accesible para la soledad. Como si en lugar de haber sido partido a la mitad por un rayo, usted hubiera ido a una tienda de autoservicio por un amor a la medida de sus necesidades. Casi un perrito o un gatito, pero con forma humana, que le espante los fantasmas de la muerte y el desamor.

La gente, protegida por la confidencialidad de un consultorio de psicoterapia, confiesa sus pensamientos más miserables y me cuenta que ha utilizado a algunas personas como si fueran cosas. Porque en otro plano de sus vidas, había alguien que los estaba volviendo locos de amor y de pasión sin esperanza. Un hombre casado, una mujer inestable, un narciso que solo ama su imagen en el espejo, un tipo frío que ha dicho te quiero dos veces en cinco años, una mujer que huye de los compromisos y que ama su libertad por encima de todo. Esos, fíjese, son los que despiertan amores desesperados, entregas sin freno, desvelos y anhelo.

No puede desearse lo que ya se tiene. No se siente desesperación por ganar la mirada y la atención de alguien que la da a granel. Son los bienes escasos los que despiertan el amor apasionado. El amor intermitente, que ahora ves y luego no, es el que detona el interés y el impulso a la conquista, a la creatividad de la seducción. Por cierto, ¿es usted un amante simple, abundante e incondicional? Las cosas simples son lindas. Y aburridas. Las personas deberían entender que casi en cualquier plano de la vida, es mejor ser un bien escaso. Quiero decir preciado, que no se oferta ni se abarata con tal de recibir migajitas de amor.

Hay amores desdichados que jamás serán. Es pésima idea enamorarse de alguien que nunca le corresponderá. También es horrendo valorarse tan poco, al punto de convertirse en un producto barato, consumible y desechable, que puede comprarse en la tienda de la esquina.

DATOS:

Psicoterapeuta individual, familiar y de pareja.
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