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Desperdicio de alimentos, la mayor pérdida es lo que pone en su boca

Centro Deportivo Israelita, A.C.

//Yivsam Azgad

Un nuevo análisis sugiere que cientos de millones más podrían comer de los mismos recursos, si cambiamos a dietas a base de vegetales.

Se estima que alrededor de un tercio de los alimentos producidos para consumo humano se pierden o se desperdician a nivel mundial. Pero el desperdicio más grande, que no está incluido en esta estimación, puede venir a través de las opciones alimentarias que resultan en un despilfarro de los recursos medioambientales. En un estudio publicado en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS, por sus siglas en inglés), Estados Unidos, los investigadores del Instituto Weizmann de Ciencias y sus colaboradores encontraron ahora una nueva forma para definir y cuantificar este segundo tipo de desperdicio. Los científicos lo han llamado ‘pérdida de alimentos de oportunidad’, un término inspirado en el concepto de ‘coste de oportunidad’ en economía, que se refiere al coste de elegir una alternativa particular sobre mejores opciones.

La pérdida de alimentos de oportunidad se deriva del uso de tierras agrícolas para producir alimentos de origen animal en lugar de alternativas basadas en vegetales nutricionalmente comparables. Los investigadores informan que solo en los Estados Unidos, evitar la pérdida de alimentos de oportunidad, es decir, reemplazar todos los productos de origen animal por cultivos comestibles para consumo humano, añadiría suficiente comida para alimentar a 350 millones de personas más, o más de la población total de Estados Unidos con los mismos recursos de tierra. “Nuestro análisis ha demostrado que favorecer una dieta basada en vegetales puede producir más alimentos, que eliminar todas las causas de pérdida de alimentos definidas convencionalmente”, dice el autor principal, el Dr. Alon Shepon, que trabajó en el laboratorio del profesor Ron Milo, en el Departamento de Ciencias de las Plantas y el Ambiente. Los investigadores de Weizmann colaboraron con el profesor Gidon Eshel, del Bard College y el Dr. Elad Noor, de la ETZ de Zurich.

Los científicos compararon los recursos necesarios para producir cinco categorías principales de alimentos de origen animal: ternera, cerdo, productos lácteos, aves de corral y huevos, con los recursos necesarios para cultivar alimentos comestibles de valor nutricional similar en términos de proteínas, calorías y micronutrientes. Descubrieron que los sustitutos a base de plantas podrían producir de dos a veinte veces más proteínas por acre.

Los resultados más espectaculares se obtuvieron para la carne de ternera. Los investigadores la compararon con una combinación de cultivos: soya, patatas, azúcar de caña, cacahuates y ajo, que ofrecen un perfil nutricional similar cuando se toman juntos en las proporciones adecuadas. El área de tierra que podría producir cien gramos de proteína de estos cultivos produciría solo cuatro gramos de proteína comestible de la carne de ternera. En otras palabras, el uso de tierras agrícolas para producir carne de ternera en lugar de cultivos de reemplazo da como resultado una pérdida de alimentos de oportunidad de 96 gramos, es decir, una pérdida del 96 por ciento por unidad de tierra. Esto significa que el beneficio potencial de desviar las tierras agrícolas de la carne de ternera a los alimentos basados en plantas para el consumo humano sería enorme. Las pérdidas estimadas por no reemplazar otros alimentos de origen animal con cultivos nutricionalmente similares también fueron enormes: 90 por ciento para carne de cerdo, 75 por ciento para productos lácteos, 50 por ciento para aves de corral y 40 por ciento para huevos, más alto que todas las pérdidas de alimentos convencionales combinadas. “La pérdida de alimentos de oportunidad debe tenerse en cuenta, si queremos tomar decisiones dietéticas que mejoren la seguridad alimentaria mundial”, dice Milo.

La investigación del profesor Ron Milo cuenta con el respaldo de Mary y Tom Beck, el Centro Canadiense para la Investigación de Energía Alternativa, que preside; el Programa de Liderazgo STEM de Zuckerman; Dana y Yossie Hollander; y la Fundación Benéfica Larson. El profesor Milo es el titular de la Cátedra Charlesial Louise Gartner.

DATOS:

El Instituto Weizmann de Ciencias en Rehovot, Israel es uno de los primeros del mundo en el ranking de instituciones de investigación multidisciplinaria.

Destacado por su amplia exploración de las ciencias naturales y exactas, el Instituto es el hogar de científicos, estudiantes, técnicos y personal de apoyo. Entre las labores de investigación del Instituto se incluyen la búsqueda de nuevas formas de combatir las enfermedades y el hambre, la investigación de las preguntas destacadas en matemáticas e informática, la investigación de la física de la materia y el universo, la creación de nuevos materiales y el desarrollo de nuevas estrategias para proteger el medioambiente.