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Nuevo estudio identifica mecanismos biológicos en la evolución

Centro Deportivo Israelita, A.C.

//Sonia Haber

Este estudio es uno de tantos realizados en el recientemente fundado Centro para la Investigación del Mar Mediterráneo, que agrupa a todas las universidades de Israel, el Centro para la Investigación de Lagos y Mares y el Centro de Oceanografía Rupin, encabezados por la Universidad de Haifa.

Un nuevo estudio realizado en la Universidad de Haifa revela uno de los mecanismos biológicos involucrados en la evolución de las especies: la conservación precisa de las dinámicas de expresión de genes en el circuito de regulación embrionario juega un papel fundamental en el mantenimiento de la similitud morfológica entre especies similares. La Dra. Smadar ben Tabou de León, del Departamento de Biología Marina de la Universidad de Haifa encabezó el estudio, el cual fue publicado en la revista Plos Genetics. Explica la doctora: “En el presente estudio, fue descubierto que dos especies de erizos de mar que son tan diferentes uno del otro en cuanto a sus términos genéticos, como somos nosotros de ratones, demuestran dinámicas altamente conservadas de expresión de sus genes reguladores. Ahora queremos examinar la siguiente etapa: si cambiamos la dinámica de los circuitos reguladores, ¿seremos capaces de cambiar la morfología del feto? Por ejemplo, el embrión de un pepino de mar ¿podrá desarrollar un esqueleto como aquel de un erizo de mar?”

El erizo del mar Mediterráneo y el erizo del mar del Océano Pacífico son parientes lejanos que fueron separados de un ancestro común hace aproximadamente unos cincuenta millones de años. Aparte del largo periodo de tiempo que ha transcurrido desde entonces, las dos especies viven en hábitats profundamente diferentes: el del Mediterráneo difiere significativamente del Océano Pacífico en cuanto a la salinidad, la temperatura y muchas otras características. Por lo tanto, las dos especies muestran una similitud de tan solo 85 por ciento en el código genético de proteínas de su ADN (ácido desoxirribonucleico) – un nivel similar a aquel entre humanos y ratones.

Sin embargo, la Dra. ben Tabou de León continúa, en términos de similitud morfológica, las dos especies tienen una apariencia externa muy similar. Esta similitud se refleja no solo en su forma definitiva – ambas especies son erizos de mar con formas similares, espinas vertebrales similares, y así sucesivamente – pero también en términos de desarrollo embrionario. Las células embrionarias en ambas especies transcurren cambios parecidos en etapas similares de su desarrollo: las mismas células en ambas especies eligen convertirse en el esqueleto, mientras otras eligen convertirse en células pigmentarias, células intestinales, y así sucesivamente.

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