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La leyenda del tsunami
Título: La leyenda del tsunami
Categoría: Secundaria]
Seudónimo: Alana
Había una vez un hombre llamado Pedro que comenzó a sentir una energía extraña recorriéndole el cuerpo, como un frío que no venía del clima, sino de algún lugar lejano y profundo. Sentía que el mar lo estaba llamando, o tal vez advirtiendo de algo malo que estaba por suceder. La curiosidad pudo más que el miedo, así que decidió ir a ver qué estaba pasando.
Cuando llegó a la playa, se sorprendió: el mar se estaba alejando poco a poco, como si alguien lo estuviera empujando hacia el fondo. Pedro nunca había visto algo así. Asustado y asombrado a la vez, corrió tras el agua, pero por más que corría no la alcanzaba; el mar seguía alejándose, dejando la arena desnuda y silenciosa.
Entonces, sin aviso, todo el mar se juntó de golpe y se levantó en una sola ola enorme, tan alta que parecía tocar el cielo. En ese instante, Pedro sintió que se hacía pequeño, diminuto, como si el miedo lo hubiera encogido por dentro. Todo duró apenas unos segundos, y cuando volvió a su tamaño normal, descubrió que estaba vivo, de pie en medio de un silencio extraño.
Sin embargo, algo había cambiado. Frente a él, la ola gigantesca estaba congelada en el aire, inmóvil como una estatua de agua azul brillante. Pedro estiró la mano para tocarla con asombro, y en el momento en que su piel rozó la superficie helada, él también se congeló. Dicen que quedó atrapado allí, unido para siempre al destino del mar.
Y desde entonces, se cuenta que el mar es frío porque guarda dentro de su memoria el aliento de Pedro y aquella ola que nunca cayó.
