La adolescencia es ante todo un tiempo de transformaciones, un conjunto de grandes cambios que ocurren en un período relativamente corto de tiempo. A veces, un niño obediente y tranquilo se convierte en un adolescente difícil de manejar…”
La etapa adolescente, es un período de tiempo durante el cual el niño/a, enfrenta cambios físicos, hormonales y emocionales. Es una etapa durante la cual deben enfrentar resolver la disyuntiva de la autonomía/dependencia con la cual se preparan para ingresar a la adultez. Otra de las tareas de este período de vida es la de ser aceptados por el grupo de amigos, encajar con ellos y sentir pertenencia con los mismos. Situación que genera una severa relación conflictiva con los padres.
Ante esta problemática del desarrollo normal, se sugiere a los padres desarrollar una comunicación afectiva y efectiva con sus hijos adolescentes:
No descalificar al hijo o hija ante una situación dada: la hija llega molesta y enojada llorando: el padre o la madre pregunta y la hija le comparte que se peleó con su amiga. El padre o la madre le dicen: “y lloras por eso?, ¡pero eso no es nada!, es una tontería…”, es probable que la hija se vaya a su recámara enojada sintiéndose incomprendida, si los padres le dicen: “Veo que te sientes triste por lo ocurrido con ella…”, comentario empático que abre y promueve una comunicación empática.
Comentarios tales como:
Estudia o vas a perder el año. (Advertencia)
Si siguen peleando ¡me va a dar un infarto! (Mártir)
¿Por qué no eres como tu primo? (Comparación)
Como estos, muchas otras expresiones logran que el hijo adolescente rechace el tener una comunicación efectiva con sus padres.
Para poder establecer una comunicación efectiva con el hijo adolescente, es importante que los padres modifiquen su manera de comunicarse con ellos, por ejemplo:
1.- Describir el problema:
Se quedó abierto el grifo de agua en vez de gritar y decir: ¡Cuántas veces te he pedido que cierres el grifo de agua!
2.-Dar información:
-Si dejas restos de comida en tu recámara, es posible que se llene de hormigas y eso te puede generar problemas luego. En vez de: ¡Hasta cuándo voy a tener que gritarte que no dejes comida!
3.-Dígalo con una palabra: Sara los zapatos, en vez de: ¡Eres una descuidada, no cuidas las cosas!
El modificar la forma de comunicarse con los hijos, permite a estos lograr una mayor seguridad en sí mismos, y desde ahí poder tomar las decisiones adecuadas para su futuro.
DATOS:
En Maayán Hajaim contamos con psicólogos y psiquiatras, línea telefónica de apoyo 5292 5131, área de acompañamiento emocional y Rabinos. Para tu desarrollo personal también contamos con cursos, talleres y grupos de apoyo.
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