Mi Cuenta CDI

La experiencia judía de la Ilustración Tercera parte y última parte

Centro Deportivo Israelita, A.C.

//Egón Friedler

La Haskalá fue al mismo tiempo una fresca y nueva experiencia en la Historia Judía y la repetición de un viejo desafío. Lo nuevo era la necesidad de encontrar una forma de mantener un estilo de vida judía en el mundo cambiante de la modernidad; lo viejo era la necesidad de reconciliar la fe y la razón, una preocupación judía desde los días de Maimónides. Tuvo éxito la Haskalá. Es difícil dar una respuesta clara e inequívoca. La Haskalá abrió las puertas tanto para la asimilación como para todas las nuevas corrientes ideológicas en el seno del pueblo judío en el siglo XIX, incluyendo el sionismo. En cierto sentido, la Haskalá preparó el terreno para la gran aventura colectiva que finalmente cristalizó con la creación del Estado de Israel. No es posible separar la modernidad judía de la Haskalá. De alguna manera todos somos deudores intelectuales de este movimiento que tuvo que enfrentar a un período de transición decisivo en la Historia Judía. Algunas de las respuestas dadas por los principales voceros de la Haskalá pueden parecernos hoy demasiado ingenuas o inconsistentes. Pero sin su búsqueda de nuevos horizontes intelectuales para el pueblo judío, la moderna Historia Judía podría haber sido muy diferente.

Como judíos humanistas seculares en esta era postcomunista y postmoderna enfrentamos de la misma manera una difícil transición llena de desafíos en este fin de siglo. Nuestra época está tan llena de contradicciones como el siglo en el cual los judíos salieron de los guetos y se incorporaron a la civilización europea.

Enfrentamos hoy una extraña mezcla de lo viejo y lo nuevo, tanto en la humanidad en general como en la vida judía.

Algunos de los principales dilemas de la Haskalá siguen vigentes hoy en día: cómo conciliar la razón con la tradición, el judaísmo con la pertenencia a una sociedad no judía, una vida judía significativa con los cambiantes moldes de conducta de la sociedad postmoderna, una actitud de amplia apertura intelectual con la fidelidad a las raíces históricas y éticas.

Por supuesto, algunos de los problemas se plantean de manera diferente en Israel y en la diáspora. El judaísmo en el Estado judío está orgánicamente ligado a la vida del país. Sin embargo, también en Israel la conciliación de las tradiciones del pasado con un Estado moderno no es fácil. También en Israel algunos de los interrogantes más serios acerca de la identidad judía siguen sin resolver. Al igual que los líderes de la Haskalá debemos encontrar nuevas respuestas para viejos interrogantes. Del mismo modo que los intelectuales de la Haskalá en su tiempo debemos ser pioneros de un nuevo pensamiento y un nuevo estilo de vida judía.

Como ellos debemos encontrar un nuevo judaísmo significativo, un judaísmo que sea relevante para una nueva época, la sociedad tecnológica del siglo XXI.

Sabemos lo que queremos, pero tenemos que encontrar el lenguaje apropiado para explicarlo. Hay muchos que nos escucharían si pudiéramos llegar a ellos.

Maimónides escribió en el siglo XII su célebre Guía para los perplejos y el pensador de la Haskalá, Nachman Krochmal, escribió antes de su muerte en 1840, su Guía para los perplejos de nuestro tiempo, que fue editado póstumamente por su amigo Leopold Zunz.

La experiencia judía de la Ilustración. Segunda parte

La experiencia judía de la Ilustración. Primera parte